Finalmente, los tamaulipecos tenemos enfrente de nosotros los cierres de campaña de los aspirantes a Gobernador, Alcalde y Diputados locales; ya se han llevado a cabo algunos y se han anunciado otros tantos en distintos puntos de la geografía tamaulipeca.
Con sus distintos toques especiales, cada uno de ellos ha propuesto lo que considera adecuado para ganar y para llevar a cabo en caso de obtener el triunfo en cualquiera de los tres niveles de referencia.
Críticas… ha habido de todos y para todos, y se ha visto mucho material, bueno y malo, que nos dará a cada uno de nosotros, o al menos los que queremos ejercer el derecho a elegir, una razón más de peso para inclinar el coto personal hacia uno u otro lado, el partido o candidato, porque hemos de estar conscientes que hoy en día la gente no vota por un partido, porque éstos –los partidos- están más que devaluados y la gente no cree en ellos: la gente vota por el nombre, el hombre, la figura, y en ese sentido, seguramente algunos se llevarán sorpresas importantes.
El caso es que el proceso de proselitismo concluye de acuerdo a la reglamentación electoral vigente, y los ciudadanos tendremos unos días de tranquilidad y ausencia total de mensajes de todos ellos, para meditar nuestro voto, aunque a decir de los expertos, el que va a votar por tal o cual ya lo tiene bien definido y nada haría que cambie su parecer.
Finalmente, su opinión se reflejará no en una encuesta de salida o un parámetro de medición, sino en una boleta electoral del 5 de junio, y ahí se habrá de depositar la opinión, única, que valdrá para cualquiera de los que buscaron el triunfo.
Importante es el proceso porque siempre hemos sido de la idea de que todos los mexicanos, y en este caso, los tamaulipecos, tenemos que decidir nuestro propio futuro y dejar ya a un lado la idea de que otros decidan por nosotros.
Ya de por sí, el método de selección de los partidos no nos convence, pues al menos debemos entender que nuestra opinión vale, y bien que vale.
No aceptamos las descalificaciones de ninguna causa respecto a la validez de las elecciones; fuimos testigos y seguimos siendo a distancia, de que el voto, lo que se marca en la boleta sí se respeta, y pensar que no se hace es dejar a un lado el trabajo arduo de miles de tamaulipecos que, como miembros de los partidos políticos, observadores electorales y funcionarios de casilla llevan a cabo.
Recordamos esas veces en que fungimos dentro de una casilla y la forma transparente en que se contaron los sufragios. Lo que pudieran alegar puede ser de otras cosas, pero el voto sì se respeta en el proceso, porque hay muchos pares de ojos pendientes.
Y bueno, los candidatos estarán haciendo un balance de sus actividades, para saber qué aspectos hay que mejorar, qué rubros se tienen que reforzar y los que se deben desechar, así como los posibles cambios en su equipo de trabajo en caso de ser triunfadores.
Deseamos fervientemente que en estos días y en la elección y posteriores deje ya de llover lodo y estiércol en voz de los que siempre reniegan de todo.
Es tiempo de hacer lo que tenemos que hacer, y esperar pacientemente el 5 de junio, emitir nuestra opinión en forma clara que no dé lugar a dudas o a que alguien quiera anular la boleta, y adelante con el proceso.
Marcar bien el signo del candidato o partido, claro y sin errores, y defender nuestro derecho a elegir, que es de las pocas cosas que no nos han arrebatado hoy en día.
Vaya pues, el inicio del tiempo de meditación y reflexión, y que los que buscan el triunfo, lo hagan de una manera civilizada. Que los que triunfen sean humildes en la victoria y que, por favor, se dediquen a hacer planes en los que se priorice el cumplir sus compromisos de campaña, porque, muchos votaron por ellos, precisamente por esas promesas.
Ahora vendrá lo bueno, llegar, afianzarse, y cumplirlas.
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