Al cierre de la presente edición, la mayoría de las casas encuestadoras otorgan el triunfo dentro de una semana al candidato de la coalición PRI-PVEM-PC, Baltazar Hinojosa Ochoa, en una lucha intensa por parte de dos de sus contrincantes, y que serían los que pudieran representar un descalabro para el PRI en Tamaulipas, aunque, a decir verdad, solamente uno representa ese riesgo, ya que el otro se ha descubierto que es una simple comparsa, y se habla de arreglos y más cosas que dejan mucho que desear de sus movimientos poíticos.
Baltazar está cerrando campaña y se repara para el triunfo casi inminente del 5 de junio próximo, cuando los tamaulipecos elijamos a quien nos gobernará por seis años, a partir del último trimestre de 2016.
Muchos oportunistas se frotan las manos, aunque según e decálogo que conocimos los tamaulipecos y las palabras del propio Baltazar, se espera, urgentemente, que éstos vividores queden fuera de los presupuestos oficiales, y se dediquen a defender sus posiciones ganadas, muchas, ilícitamente, fuera de cualquier cargo o puesto. Tamaulipas requiere un gobierno que le responda con resultados y sentido humano, y no más tramposos.
De todo lo que deja la campaña, el equipo del candidato de la coalición prepara lo que puede ser el borrador del plan de desarrollo para el sexenio que iniciará en breve, y que deberá considerar todas esas cosas que la gente hizo llegar a Baltazar, y que son inquietudes, demandas, reclamos y posturas que hablan de la necesidad de un Tamaulipas que se sigue preparando para enfrentar el ya inminente futuro, con mejores acciones oficiales y privadas.
Y en ese sentido, el candidato Hinojosa ha sido muy enfático en el hecho de que se llevarán a cabo acciones contundentes, sustanciales y firmes que permitan cambiar el rumbo hacia un Tamaulipas que queremos los tamaulipecos y no únicamente unos cuantos.
En ese sentido, entendemos que hay mucho qué pensar, y otro tanto que ofrecer, y que las promesas de campaña se convertirán en realidad a través de acciones importantes. Somos de la idea de que no se debe adelgazar la nómina oficial, porque lo anterior provocará un caos social que inicia con un desempleo marcado y puede llevar al incremento de acciones fuera de le lay, pero tampoco engordar, es decir, no compartimos la idea de que haya una secretaría de la juventud y una secretaría de la mujer: entendemos que, como iguales que somos y que se supone que debemos ser, quienes abogan por la equidad de género no permitirán que se hagan estos cambios, porque representaría un retroceso significativo en un gobierno donde participe la gente.
Prácticamente, cesará la propaganda política y el proselitismo, y entonces cada uno de nosotros tendrá oportunidad de meditar sobre las propuestas y acciones de cada uno de los candidatos, para elegir al que consideren la mejor opción. El deseo de nosotros es que no se hagan más problemas, y que quienes no obtengan la victoria sepan aceptar la del triunfador, y que los talentos de cualquier fuerza política se sumen a un gobierno que será de todos, porque todos vamos a exigir cumplimiento y buen gobierno, ya que es la idea de cualquier elector consciente de sus necesidades.
Hay que recordar que estos días tendremos la obligación cívica de hacer la reflexión más importante de los últimos seis años, y de cualquier forma qe se presente el resultado, aceptarlo sin chistar, porque, cuando uno obtiene el triunfo, es muy difícil que otro se lo quite. Tendríamos que ser muy prehistóricos, y entonces, serían los partidos inservibles, como casi casi lo son hoy en día.
Sean pues estos días lo que nos falta para entender el porqué de cada partido o candidato, y entonces, entender también la forma en que seremos gobernados, y cómo podremos exigir a cada quien, que nos ofrezca un gobierno útil, sincero, limpio y honesto.
Ojalá podamos disfrutar de lo anterior, que bien que lo merecemos, a fuerza de ser sinceros.
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