Ciudad de México. - El gobierno de Estados Unidos ha oficializado la designación de varios cárteles mexicanos, incluyendo al de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Familia Michoacana, como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida, que entrará en vigor el jueves tras su publicación en el Registro Federal, otorga a las autoridades estadounidenses mayores facultades para combatir a estas organizaciones, como la imposición de sanciones más severas y la posibilidad de realizar operaciones directas contra sus miembros.

La decisión ha sido justificada por el gobierno estadounidense bajo el argumento de que estos grupos representan una amenaza directa a la seguridad nacional, tanto por su control sobre el tráfico de drogas como por sus vínculos con redes criminales internacionales.

La reacción en México no se hizo esperar. Desde el gobierno se han manifestado preocupaciones sobre las posibles implicaciones de esta medida en la soberanía nacional, advirtiendo que cualquier acción unilateral por parte de Estados Unidos podría tensar aún más las relaciones entre ambos países. Sin embargo, también hay sectores que ven en esta decisión una oportunidad para aumentar la presión sobre las estructuras criminales que han desatado una ola de violencia en el país.

Expertos en seguridad advierten que la designación podría generar un cambio en la estrategia de combate al narcotráfico, pero también alertan sobre el riesgo de que Estados Unidos considere intervenciones más directas en territorio mexicano bajo el argumento de la lucha contra el terrorismo.

Con la nueva clasificación, cualquier persona o entidad que colabore con estos cárteles podría enfrentar severas sanciones bajo la legislación antiterrorista estadounidense.

En las próximas semanas se espera que ambos gobiernos sostengan conversaciones para definir los alcances de esta decisión y evitar un choque diplomático que pueda afectar la cooperación bilateral en seguridad.