Nuevo Laredo, Tamaulipas.— Nuevo Laredo vivió durante este fin de semana dos casos de supuestos abusos de las fuerzas armadas de México, al registrarse situaciones de riesgo que derivaron en la muerte de una menor de ocho años y una enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El pasado viernes 11 de octubre, la enfermera Yuri, de 46 años, murió de un balazo en el rostro luego de ser presuntamente atacada junto a su familiares mientras circulaba por una zona transitada.

La mujer viajaba en una camioneta Chevrolet Equinox 2015, conducida por su esposo, Víctor Manuel, de 40 años, y acompañada por su hijo de nueve años.

La familia circulaba de norte a sur por la Avenida Eva Sámano, y al llegar al cruce con la calle Miquihuana, presuntamente personal de Ejército Mexicano, apostado en el cruce con la calle Villagrán, accionó sus armas hacia el vehículo civil.

Uno de los proyectiles impactó en el parabrisas de la camioneta, hiriendo a Yurice en el rostro, quien perdió la vida al instante, supuestamente después de una situación de riesgo.

El esposo de la mujer y su hijo salieron del vehículo y, entre gritos de auxilio, pidieron ayuda a los soldados, pero según trascendió hicieron caso omiso y se retiraron del lugar.

“Empezaron a disparar sin motivo, no sé qué pensaban o por qué lo hicieron. Quiero que se haga justicia, no puedo decir más", declaró Víctor Manuel, visiblemente afectado.

El segundo caso ocurrió el sábado 12 de octubre por la noche, en calles de la colonia Palmares, al sur de Nuevo Laredo, en donde falleció una niña de apenas ocho años.

Lidia Galván, de 60 años, y su nieta, fueron víctimas de un ataque atribuido a elementos de la Guardia Nacional en la intersección de las calles Chiapas y Río Bravo.

Se informó que ellas viajaban en un vehículo Chevrolet Cobalt conducido por Galván, y fueron embestidas por una camioneta de la Guardia Nacional que seguía a otra con civiles.

Tras el impacto, uno de los elementos disparó contra el automóvil, hiriendo a la pequeña en la cabeza. Desesperada, Lidia tuvo que desplazarse al asiento trasero y salir por una ventana, pidiendo auxilio a los propios militares, quienes, al percatarse de la gravedad de lo sucedido, trasladaron a las víctimas al Hospital General, donde falleció.

“Cuando vi a la niña desangrándose, le grité ‘muévete Iris, muévete’. Ella me contestó, pero estaba perdiendo mucha sangre. Pedí ayuda a los soldados, pero al principio no me ayudaban, parecía que no querían acercarse”.

“Salí por una ventana, y le grité a los soldados y a los de la Guardia Nacional, les dije que por favor me ayudaran porque mi hija se estaba muriendo. Y me dijeron, ¿cuál hija? Dije, tengo una niña ahí. Y les dije, ustedes me la hirieron, la verdad. Ustedes me tiraron”, dijo Galván, aún conmocionada.

Las autoridades aún no han ofrecido una versión oficial clara sobre ambos casos.

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