En el terreno de los hechos, FRANCISCO CHAVIRA es más tramposo de lo que aparenta ser, junto a su aliado del momento, el candidato panista FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
Chavira -y a estas alturas Cabeza de Vaca también- tiene en su poder información confidencial que no le pertenece, misma que obtuvo cuando solicitó apoyo ciudadano para que el IETAM aceptara su candidatura.
Se trata de las copias de credenciales de elector de los 134 mil personas que firmaron para hacerlo candidato Independiente y a quienes engañó dolosamente con la diatriba de que iría solo hasta el final de la elección constitucional del 5 de junio, escudado en su "candidatura independiente".
Tras aliarse ayer con el candidato del PAN a gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, Chavira rompió automáticamente la regla, y defraudó a aquéllos ciudadanos que de buena firmaron hace 2 meses y medio para que obtuviera su registro.
Chavira debe estar advertido de una cosa: usar esas credenciales de elector para compra masiva de voluntades, gracias a conocer al dedillo datos tan confidenciales e íntimos como por ejemplo el domicilio del votante, su CURP, su RFC y hasta su fecha de nacimiento, constituye un delito federal grave.
Debe saberlo tanto uno como otro, él y Cabeza de Vaca, pues a éstas alturas dicha información (copias de credenciales de elector) quizá esté siendo usada desde el bunker de ambos para enviar despensas, dinero en efectivo, tarjetas con crédito, etcétera.
Todo con una sola finalidad, comprar el voto y forzar la voluntad de los electores de cara al 5 de junio.
Pues bien, si no estaba advertido tanto Francisco Chavira como su compinche Cabeza de Vaca, ambos delincuentes a decir del candidato del PRI BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, a éstas alturas ya lo está.
“Se aliaron dos delincuentes”, dijo Baltazar acerca de ambos, para enseguida rematar la coloquial expresión: “Los burros se juntan para rascarse”.
La información confidencial no debe usarse discrecional o indiscrecionalmente, nunca, so pena de ser declarado delincuente electoral.
Aunque en el caso de ambos, “una raya más al tigre”.
Mucho menos deben usarse esos datos para fines abyectos que estén al margen de la ley.
El PRI y los partidos que buscan la gubernatura deben exigir que Francisco Chavira entregue las 130 mil copias de credenciales de elector (poco más, poco menos) de todos aquéllos ciudadanos que firmaron dándole su apoyo para que fuera candidato oficial ante el IETAM.
O bien, si aplica, cada ciudadano inconforme por la negligente acción de esta clase de prohombre región 5, está en su legítimo derecho de denunciarlo por abuso de confianza.
Mínimo deberá Chavira devolver –tanto simbólica como realmente- cada copia de credencial de elector a cada ciudadano que estampó su firma.
La FEPADE misma ha alertado en infomerciales sobre el peligro de prestar credenciales de elector a cualquier ente, pues en sí mismo eso constituye un riesgo antidemocrático que puede ser usado para engañar y defraudar.
Sobre todo puede ser usado para comprar voluntades electorales y voto.
Así pues, prestar credenciales de elector, incluso para obtener copia fotostática y con fines u objetivos desconocidos, constituye un delito contra quien la pide o solicita.
Esa ley aplica tanto contra candidatos como contra partidos políticos, sean quienes sean.
Bien, por hoy es todo, hasta pronto.