RELATO 1.-
En un crucero local hice el alto obligado y a mi izquierda escuché una vocecilla coqueta y cariñosa que me hace voltear. “Hola, le puedo entregar esto sin compromiso”. Ella se acerca a mi rostro y me dice: “Pero que bonitos ojos tiene”. Me sonrojó y tomo entre mis manos un folleto en el que destaca su mejor cara y algunas líneas en las que se da cuenta de su vida profesional.
Mi padre, que viajaba a mi lado y ocurrente, como siempre es, le contesto: “Y eso que anda desvelado”. La mujer sonríe y se retira rápido, no sin antes solicitar que lea su propaganda.
Ella era Shira Casar, la candidata del PRD a la presidencia municipal de Ciudad Victoria, mujer menudita, simpática, respetuosa y muy saludadora.
Realmente llama la atención esta fémina por su hiperactividad y por su carisma, ya que casi sin recursos camina y camina incansable por las calles de esta capital para lograr conquistar el voto sin importarle el qué dirán, tan clásico en esta selva política en la que se internó y en la que abundan los chacales.
Solo una cosa le aconsejo a la candidata: Que no se aproxime demasiado a la ventanilla de los vehículos con esa actitud porque si el cristal lo baja el lobo feroz no es un problema, porque se trata de una simple caricatura, pero corre el riesgo de que frente a ella se aparezcan los rostros de Sergio Andrade o de Juan Osorio.
Y, eso niña, si sería de cuidado.
Relato 2.-
Y si de candidatos se trata, digno es de mencionar lo solidario y el respeto que Xicoténcatl González Uresti le tiene a su profesión, que es la de médico, ya que suspendió una entrevista que tenía programada para brindar los primeros auxilios a una persona que resulto herida en un accidente callejero.
Frente a un hotel local el candidato independiente a la alcaldía de esta capital transitaba con su comitiva cuando una persona yacía en el piso lesionada, por lo que el galeno bajo de su vehículo y puso en práctica sus conocimientos hasta que la Cruz Roja arribó al lugar y se hizo cargo del lesionado.
A Xico se le ha conocido por hacer campaña en caballo, por repartir taquitos a policías en problemas y por bailar “zumba” en plena calle y frente al IETAM con ajustados mallones de licra, sin embargo este humilde acto de nobleza habla del buen corazón que tiene y de la sana intención de llegar a la comuna para servir bien a la ciudadanía.
Hoy convalece en una cama de hospital, pero es su familia la que se encarga de que la voz de Xico haga eco y de que siga penetrando en el agrado del electorado.
RELATO 3.-Otra de mujeres.
Ella es carismática, alegre, bailadora y buena anfitriona y no se cansa de estar presente en cuanto evento público es organizado, pero también se da tiempo para convivir con docenas de mujeres en comilonas privadas para impulsar los proyectos que tiene su esposo, Oscar Almaraz Smer, si llega a la comuna victorense bajo las siglas del PRI.
Así es, doña Tony Saenz de Almaraz se desliza como hormiguita por las casas de Ciudad Victoria, dónde convive y convence a las mujeres sobre las propuestas que hace su esposo sobre seguridad pública, desarrollo social, educación, salud y otros que paso a paso va desglosando Oscar en el marco de su campaña.
Quienes han tenido acceso a ella, la definen como una mujer preparada, firme y hasta encantadora, porque se abre de capa y enfrenta las preguntas que las de su género le hacen sobre temas que solo se platican quedito en las calles por mera precaución.
Dicen, ellas, que doña Tony no es una mujer de dobleces y que una de sus cualidades es la espontaneidad, por eso atrae y sigue sumando adeptos a favor de la causa de su consorte.
Es ella, un enorme soporte en la campaña de su esposo, no en vano a unas semanas de camino Oscar va penetrando con gran velocidad en el gusto ciudadano.
Por algo se dice que al lado de un hombre.
Siempre hay, una gran mujer.
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