Tampico, Tamaulipas. - La saturación de hospitales en la zona sur de Tamaulipas está impactando directamente la capacidad de respuesta ante emergencias, informó el coordinador de los socorristas de Cruz Roja, Julio Castro Ramones.

Señaló que la población en la región ya supera los 900,000 habitantes, y a esto se suman los pacientes de estados cercanos como Veracruz y San Luis Potosí, lo que ha incrementado considerablemente la demanda de atención médica.

El principal desafío, explicó Castro, es que los hospitales están funcionando a más del 100 por ciento de su capacidad, con una sobrecarga de pacientes que se traduce en largas esperas.

En ocasiones, las ambulancias de Cruz Roja no pueden ser atendidas a tiempo, lo que obliga a los paramédicos a desocupar las unidades para seguir cubriendo otras emergencias. "Hemos llegado a tardar hasta una hora o más en recibir atención, y algunas veces hemos tenido que ceder el carro camilla para que el paciente pueda ser recibido", detalló el coordinador.

Los hospitales que enfrentan mayor presión son los generales y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), especialmente el Hospital General de Madero.

"Los hospitales están constantemente reportando saturación, y eso nos retrasa en nuestra labor", indicó Castro. La saturación afecta principalmente a los pacientes no graves, quienes deben esperar más tiempo para ser atendidos, lo que podría poner en riesgo su salud, si no se toman las precauciones necesarias.

Castro también subrayó la necesidad de una mayor colaboración con las autoridades hospitalarias para mejorar la logística de atención. "Es fundamental que todos trabajemos en conjunto para buscar una solución", señaló, haciendo un llamado a que los hospitales coordinen mejor su capacidad de recepción y atención ante la alta demanda.

La situación ha sido una constante desde el año 2022, y las "rachas" de saturación se han intensificado. A pesar de la buena relación con los médicos, los pacientes más graves requieren atención inmediata, y las demoras pueden ser peligrosas.
 
Las autoridades competentes deben actuar para garantizar que los recursos hospitalarios estén a la altura de las necesidades de la población.