Ciudad Victoria, Tamaulipas. – El obispo de Ciudad Victoria, Óscar Efraín Tamez Villarreal, invitó a participar en el miércoles de ceniza, iniciando el tiempo de Cuaresma para la iglesia católica.

"Los invitamos a participar sobre todo el Miércoles de Ceniza, que es un acto externo piadoso y de mucha tradición, los invitó a prepararnos para que sepan lo que significa tomar ceniza y que no solo las tomen y ya, la ceniza es lo que se nos dice: Arrepiéntete y cree en el evangelio.”

La imposición de la ceniza será este miércoles a partir de las 07:30 de la mañana en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, sin embargo, comentó que cada parroquia en la ciudad tiene sus horarios propios para la imposición de ceniza, solamente sería consultar en las redes sociales de cada parroquia.

De igual manera, monseñor Tamez Villarreal comentó que en el marco del miércoles de ceniza, oficiara a las 10 de la mañana una misa en el Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) de la localidad, donde se impondrá ceniza a las personas que están privadas de su libertad.

“La imposición de ceniza es una tradición cristiana que se remonta al Antiguo Testamento, donde se utilizaba como un símbolo de arrepentimiento y conversión; la ceniza se utilizaba para cubrir la cabeza como una señal de humildad y arrepentimiento”, explicó.

Agregó que el miércoles de ceniza, marca el comienzo de la Cuaresma que es un período de 40 días de preparación espiritual para la Pascua, durante el cual los cristianos se preparan para celebrar la resurrección de Jesucristo.

“La ceniza es un recordatorio de la mortalidad humana y de la necesidad de arrepentimiento y conversión manifiesto, y el tiempo de la Cuaresma se empieza precisamente con el signo de la ceniza, es solamente un sacramental quien lo recibe está diciendo públicamente que está empezando un proceso público de arrepentimiento de volver el corazón, la mirada y las acciones al encuentro con Dios”.

Tamez Villarreal mencionó que esta manifestación de fe es un acto de humildad y de reconocimiento de la propia fragilidad y pecabilidad. Es un llamado a la reflexión, al arrepentimiento y a la conversión, y es un recordatorio de la esperanza que se encuentra en la resurrección de Jesucristo. “La Cuaresma”.