Tentaciones políticas
Hay sucesos cotidianos que llaman la atención: hay unos que son buenos y otros, de plano, negativos. En este contexto es como recordamos como, parte de nuestro comportamiento, es consecuencia de ciertos valores, prejuicios, emociones… creo que todos conocemos valores que, en última instancia, son negativos: como la ambición, el egoísmo, la egolatría, la soberbia, la vanidad, entre otros.
Y es que, a fin de cuentas, todo lo que sucede puede ser visto con dos ópticas: la de ser buena o mala para el grueso de la población, la familia o la persona. Nos desenvolvemos en ese vaivén o péndulo: recordemos como en la biblia hay infinidad de hechos en los cuales el diablo trata de convencer, incluso a Jesús, de que actúe bajo la influencia de los deseos, de la soberbia, entre otras. Por eso, a veces, alguien dice: “me está tentando el diablo” o “te está tentando”.
TENTACIONES DEL PODER.
Para nadie es un secreto que el poder es adictivo: quien prueba el poder, dicen, no lo quiere dejar. Por eso, quien es presidente Municipal, busca ser diputado o senador, y si se puede, el gobernador. Y es que, hasta la saciedad, se sabe: los políticos, al tener poder, tienen acceso a riquezas, pero, sobre todo, a ejercer el poder en plenitud: mandar y ser obedecido. Quien leyó la biografía de José Fouché, sabe perfectamente la atracción que ejerce el poder sobre el individuo.
En el caso mexicano, la forma más fácil de destruir a un político, es acusarlo de corrupto, precisamente porque le es imposible negar u ocultar las evidencias de su riqueza. Hace días, por ejemplo, se filtraron datos de una potencial riqueza de un joven funcionario tamaulipeco. En, precisamente esa adicción por el poder de muchos, es lo que induce a que la presidenta Claudia Sheinbaum a proponer dos iniciativas: sobre la reelección política y sobre el nepotismo.
AMLO Y TRUMP.
Es fácil encontrar ejemplos de cómo, la tentación del poder, es grande. El caso de AMLO es emblemático: lucho y lucho, perdió y perdió, hasta que triunfo. Y al conocer las entrañas del ejercicio del poder, se fijó una meta y lo logro, aniquilar al sistema político que le negó varias veces la posibilidad de ejercer el poder. Y lo logro, aniquilo contrapesos, aniquilo a la oposición y ahora, la sucesora, afirma que está construyendo el segundo piso de la 4T. Y si las condiciones se dan, puede regresar o afianzar el clan familiar en el poder.
El caso de Trump es increíble: fue presidente y perdió la reelección, volvió a participar y gano, ahora gobierna a los Estados Unidos con experiencia, ahora sabe lo que quiere y trata de convertir a USA en la potencia, o super potencia que fue: quiere que México y Canadá sean parte de Estados Unidos; quiere recuperar el Canal de Panamá, quiere anexar a Groenlandia y pretende convertir a la Franja de Gaza en la Riviera del Mediterráneo… Por lo pronto, ya cambio el nombre al Golfo de México, ya está en negociaciones con Rusia para terminar la guerra: les entregara Ucrania, ¿a cambio de qué?
Las tentaciones son peligrosas cuando se tiene poder político.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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