He ahí los resultados…
Siempre será mejor prevenir que lamentar, sobre todo en lo que tiene que ver con la educación de los niños y jóvenes, la supervisión que los padres deben tener de sus actividades debe ser constante para evitar que los chicos se metan en problemas, porque después de una mala acción ya nada es igual.
El problema es que muchas veces los padres se relajan, piensan que la educación y valores se deben recibir en las aulas. No señores, a la escuela se va a recibir conocimiento, asignaturas escolares para tener herramientas y logren mejores oportunidades de progreso intelectual, educativo y hasta económico, entonces, la verdadera educación se da en la casa, son los padres los responsables de que los hijos tengan buenos principios y se conduzcan por el sendero del bien.
Por ello cuando sucede un problema ocasionado por algún alumno en una institución escolar, la responsabilidad es compartida, aunque hasta los padres del implicado culpen a los maestros y las autoridades escolares cuando, insistimos, la responsabilidad principal es de los padres.
No queremos decir que los maestros se tengan que relajar o hacerse los desentendidos cuando ven que tal o cual niño o muchacho tiene conductas inadecuadas o es causante de algún problema, no, el caso se debe entender, pero igual los padres deben tener supervisión de sus hijos,
Cierto es que hoy día padre y madre son proveedores y ambos ocupan buena parte del día en llevar sustento al hogar, andan a la carrera y no tienen mucho tiempo para supervisar, como se debe, el desarrollo de sus hijos, pero siempre se deben dar espacio para platicar con los niños y jóvenes, saber que les molesta e inquieta, si tienen algún problema, más vale prevenir que lamentar, luego cuando sucede un problema con ellos ni llorar es bueno.
Lo anterior viene a colación por lo sucedido el martes en una escuela secundaria en la capital tamaulipeca donde se le detectó un artefacto no escolar a un joven en su mochila, al principio se dijo que era un arma de fuego, luego se aclaró que el arma era de juguete, y que bueno que así fue, que no hubo nada, aparte del susto, que lamentar, pero igual, haya sido como haya sido lo que se percibe es que el muchacho a alguien quería asustar, algo no anda bien aunque solo sea un artículo para jugar, por eso se debe a los muchachos supervisar.
Además, no se vale que se ponga en entredicho una escuela, se distraiga a la comunidad estudiantil de sus actividades, se alarme a la sociedad y se distraigan a las corporaciones policiacas porque a un muchacho se le ocurrió llevar a la escuela una pistola de juguete que, quiérase o no, tuvo complicaciones en el plantel y ni siquiera para broma sirve el antecedente.
Cuando se implementó la operación mochila muchos padres de familia pusieron el grito en el cielo, incluso no faltó quien dijera que era una violación a los derechos y la intimidad de los chamacos, aunque ni siquiera tengan el control de sus hijos o igual supieran que tienen conductas inadecuadas.
Los padres de familia deben de entender que el supervisar a los muchachos es bueno, no se atenta contra los derechos de los jovencitos, los operativos mochila son prevenir pues en ocasiones los padres resultan los últimos en enterarse de lo que hacen sus hijos en la escuela.
¿Que pueden encontrar en las mochilas de buenos muchachos y muchachitas que les pueda humillar o avergonzar?, nada, si acaso preservativos a los varoncitos o protectores para el ciclo natural de las jovencitas y eso no es delito ni nada para avergonzase, tampoco objeto de burla o humillación, menos si se tienen muchachos bien educados.
Razón por lo que las acciones de prevención y supervisión de los estudiantes, como la operación mochila, para ver que cargan los muchachos, aparte de útiles escolares, siempre será buena, se pueden evitar tragedias. Claro, supervisadas por autoridades y representantes de padres de familia serán mejor, así se evitarán problemas y se tendrá la certeza de que sus hijos se desarrolla en un ambiente sano.
Y si, sin duda alguna la supervisión de los muchachos en las escuelas y los programas como la operación mochila son buenas, evitan tragedias o malos entendidos, aunque reiteramos, la mejor educación está en casa, los padres deben darse tiempo de platicar con sus hijos para que sean ellos mismos quienes les digan que es lo que cargan, por qué y para qué.
Siempre se debe tener presente que si los niños y jóvenes tienen mochilas llenas de cosas buenas no tendrán espacio para cargar nada negativo, los padres tendrán tranquilidad. los muchachos felicidad, y se reducen en muchas acciones que lamentar.
Rosa Elena González
Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10
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