Hoy es Jueves 13 de Febrero del 2025


Sobre el amor. Primera parte

Por: David Vallejo El Día Miercoles 12 de Febrero del 2025 a las 21:16

La Nota se ha leido 316 veces. 51 en este Día.

Porque el amor, también es poder. Desde el principio de los tiempos, el amor ha sido la fuerza invisible que ha sostenido al mundo. Cada imperio, revolución, arte y descubrimiento ha sido tocado, de una manera u otra, por el amor en sus múltiples formas. Ha sido el motor de hazañas, el refugio en la adversidad, la locura que ha llevado a algunos a la gloria y a otros a la ruina. Ha dictado destinos y ha sobrevivido al exilio, a la guerra, al tiempo y hasta a la muerte misma.

Algunos amores han marcado la historia, han retado imperios y han cambiado el destino de civilizaciones enteras. Cleopatra y Marco Antonio desafiaron al Imperio Romano por amor y lo perdieron. Abigail y John Adams construyeron una relación basada en la inteligencia y el respeto, mientras en cartas se prometían amor eterno entre los debates que darían forma a una nación. Dante Alighieri recorrió el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso solo para reencontrarse con Beatriz, quien había muerto años antes, pero seguía viva en su corazón y en cada verso de La Divina Comedia. El emperador Shah Jahan construyó el Taj Mahal como homenaje a Mumtaz Mahal, la esposa que murió al dar a luz. Más que una tumba, erigió un monumento al amor que sobreviviría siglos.

El amor también ha sido resistencia. Corrie Ten Boom, quien ayudó a cientos de judíos a escapar del nazismo, fue enviada a un campo de concentración con su hermana Betsie. En medio del horror, Betsie le recordó que el amor era la única fuerza que los guardias no podían arrebatarles. Su promesa de que “el amor es más fuerte que el odio” mantuvo viva a Corrie, quien, tras sobrevivir, dedicó su vida a hablar del perdón.

En Japón, un hombre llamado Chiune Sugihara demostró que el amor por la humanidad podía desafiar sistemas enteros. Como diplomático japonés en Lituania durante la Segunda Guerra Mundial, firmó miles de visas para salvar a judíos de la persecución nazi, desobedeciendo órdenes directas de su gobierno. Se dice que escribió los últimos permisos de tránsito incluso cuando el tren que lo expulsaba del país ya estaba en movimiento. Arriesgó su vida, su carrera y su honor porque entendió que amar no es solo sentir, sino actuar.

El amor también ha sostenido a quienes han sido privados de su libertad. Durante los 27 años que Nelson Mandela pasó en prisión, su esposa Winnie fue su conexión con el mundo exterior, su ancla, la razón por la que siguió luchando. Aunque el destino los separó después, el amor que compartieron sostuvo la esperanza de un pueblo entero.

El amor ha inspirado las expresiones artísticas más memorables. Shakespeare nos dejó a Romeo y Julieta, la tragedia de los amantes condenados, mientras que Victor Hugo, autor de Los Miserables, amó a Adèle Foucher desde la adolescencia y se mantuvo fiel a su recuerdo hasta la muerte. El Beso de Gustav Klimt capturó la pasión en una explosión dorada. Los Amantes de Magritte mostraron la intensidad del amor sin necesidad de rostros. Rodin inmortalizó en mármol un beso que nunca se dio en vida, y Miguel Ángel esculpió en la Piedad el amor más puro que existe: el de una madre sosteniendo a su hijo muerto.

Pero el amor también duele. Camille Claudel y Auguste Rodin vivieron un amor tormentoso, donde el genio de ella quedaba eclipsado por la sombra de él. Camille fue la musa de Rodin y la creadora de esculturas magníficas, pero el mundo la relegó al papel de amante y no de artista. Enloqueció de amor y frustración, y pasó sus últimos treinta años en un hospital psiquiátrico. Sin embargo, su escultura La Valse, donde dos cuerpos parecen fundirse en un torbellino de pasión, sigue siendo una de las representaciones más puras del amor en el arte.

En la música, Edith Piaf convirtió el amor en su himno con La Vie en Rose, y Jacques Brel cantó Ne me quitte pas con la desesperación de quien ha amado demasiado. Leonard Cohen dejó al mundo Dance Me to the End of Love, un poema convertido en canción. En el bolero, Agustín Lara compuso María Bonita para María Félix, y José Alfredo Jiménez llevó su dolor al mariachi, demostrando que hasta el desamor puede ser poesía. Le cantó al amor con una pasión desgarradora, pero también al abandono, al desconsuelo, al dolor de saber que a veces se ama sin ser correspondido. “Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida” es la promesa, pero “No vale nada la vida, la vida no vale nada” es el grito del que ha perdido todo por amor. Porque el amor es luz, pero también sombra. Es lo que salva y lo que condena.

La poesía ha sido la mejor testigo del amor en todas sus formas. Jaime Sabines entendió el amor con una sencillez brutal:

“Los amorosos buscan,
los amorosos son los que cambian, los que olvidan.
Los amorosos son locos, solo locos, sin Dios y sin diablo.”

Pablo Neruda dejó una cicatriz en la memoria con su Poema 20:

“Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca, ni lo que no dijeron las palabras.”

Mario Benedetti, en Te quiero, convirtió el amor en promesa cotidiana:

“Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos.
Te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.”

Y en Hagamos un trato, escribió la que quizá es la mayor prueba del amor real:

“Si alguna vez adviertes
que te miro a los ojos
y una veta de amor
reconoces en los míos,
no pienses qué delirio,
a pesar de la veta
o tal vez porque existe,
puedes contar conmigo.”

Octavio Paz, en Piedra de Sol, nos dejó la certeza de que amar es entregarse por completo:

“Quiero morir con la cabeza llena de ti.
Quiero amarte hasta el límite
donde el amor se confunde con la locura.”

El amor siempre ha demostrado ser capaz de mover montañas, de desafiar imperios, de sobrevivir a la muerte. Perfecto o inmutable, es lo que nos hace humanos.

Cada gran amor ha sido escrito en cartas clandestinas, en versos susurrados, en miradas que han dicho más de lo que el mundo ha querido escuchar. Ha vivido en el reflejo de un cuadro dorado, en la última nota de un bolero, en la voz de un poeta que lo ha escrito para quien supiera leerlo.

Cuando el polvo cubra las grandes hazañas de la historia, lo único que quedará será lo que fuimos capaces de amar.

Greis ¿voy bien o me regreso? Nos leemos pronto, si la IA y la poesía lo permiten.

Placeres culposos: Cosas de enamorados.

Pd. Por favor no dediquen el Breve espacio a sus parejas pensando que es una canción de amor.

Mejor checa mi playlist de canciones de amor en español: Contigo aprendí, contigo a la distancia, eso y más, para amarnos más, cielo, mi credo, te amo, te amaré, alevsosio, te doy una canción, vivo por ella, brazos de sol, solo importas tú, como yo te amé, amanecí entre tus brazos, a fuego lento, serenata rap, creo en ti, con olor a hierba, una pequeña parte de ti y me dijeron.

Un ramo con 15 rosas rojas y 15 moradas para Greis.

David Vallejo


Politólogo y consultor político especialista en temas de gobernanza, comunicación política, campañas electorales, administración pública y manejo de crisis. Cuenta con posgrados en Estados Unidos, México y España.
Además esposo amoroso, padre orgulloso, bibliófilo, melómano, chocoadicto y quesodependiente.

DONA AHORA

Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ


DEJA UN COMENTARIO

HoyTamaulipas.net Derechos Reservados 2016
Tel: (834) 688-5326 y (834) 454-5577
Desde Estados Unidos marque: 01152 (834) 688-5326 y 01152 (834) 454-5577