Teniendo como activo principal el trabajo transformador que tiene en marcha el gobernador Américo Villarreal, la campaña de afiliación a MORENA está rebasando expectativas en Tamaulipas.

No hay una meta definida, pero el recorrido casa por casa está revelando un gran interés ciudadano y considerando, casi un millón de voto emitidos en la elección presidencial por Claudia Sheinbaum, los morenos no se limitan a la hora de establecer objetivos.

Las estimaciones del Comité Ejecutivo Nacional quedan cortas en Tamaulipas, un estado que en el 2024 refrendó su confianza en la Cuatro T.

Claro que el posicionamiento de MORENA cala hondo en la oposición. La oposición está -como diría Ya saben quién- moralmente derrotada.

Acostumbrados a la mentira y la guerra de lodo, los emisarios del pasado reciente no se han ido, siguen aferrados a recuperar el poder que perdieron en las urnas.

Los prianistas saben que no tienen más oportunidades, que las posibilidades electorales se les agotaron, que no volverán a convencer a una sociedad que se hartó de malos gobiernos y personajes siniestros que hoy son prófugos de la justicia.

Mediante una publicación en sus redes sociales, Américo Villarreal Santiago desmintió y se deslindó de los supuestos vínculos con Édgar Villarreal, un sujeto detenido recientemente en Texas por la DEA.

Ejerciendo su derecho a réplica, el delegado de programas Sociales del Bienestar en el Estado de Coahuila, aseguró que no lo conoce, no es de su familia y ni siquiera su amigo.

Lo mismo hizo el alcalde de Matamoros, Alberto Granados al hacer referencia a las imágenes que circulan:

“No tengo nada que ocultar; así como tengo fotos con él; tengo fotografías con miles de ciudadanos que día a día saludo cuando recorro las calles y colonias de Matamoros; fotografías a las que nunca me he negado y nunca lo haré”.

La guerra mediática desatada por los panistas no es nada nuevo en la entidad. Recordemos el cúmulo de engaños que movieron en la campaña de Américo Villarreal Anaya para impedir su arribo a la Gubernatura cuando todas las encuestas adelantaban su triunfo.

Los cabecistas saben que les llego la hora. Las carpetas de investigación avanzan y la detención de Rómulo N, es solo el principio.

La estrategia de lodo es un plan desesperado que en campaña tampoco les funcionó, pero, no tienen más.

maribelvillarreal@hotmail.es

Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio