ONUSIDA promueve la conmemoración del Día Mundial del SIDA
Ciudad de México. - Con motivo de la conmemoración este 1 de diciembre del Día Mundial del Sida, el Centro Nacional para la Prevención del VIH y el Sida (CENSIDA) de la Secretaría de Salud hace un llamado a la población a visibilizar la problemática por la que atraviesan las personas que viven con esta infección y a adoptar las medidas necesarias tanto para evitar la transmisión, contar con un diagnóstico oportuno y recibir el tratamiento adecuado.
El director general del CENSIDA, Juan Luis Mosqueda Gómez aclaró que es importante distinguir entre: infección por VIH y SIDA; conceptos que gravitan en torno a esta problemática y que hacen referencia a cosas distintas. La expresión VIH, corresponde a las iniciales del Virus de Inmunodeficiencia Humana, que es un agente patógeno que causa la infección por VIH y que es una condición previa al desarrollo pleno de la patología. La expresión SIDA, corresponde al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida que es la enfermedad propiamente dicha que se presenta solamente en las etapas más avanzadas de la infección por VIH.
Mosqueda Gómez explicó que, el VIH ataca al sistema inmunológico del organismo debilitándolo progresivamente y haciendo que la persona sea cada vez más susceptible de contraer cualquier tipo de infección hasta el punto en que, de no recibir el tratamiento adecuado, termine por desarrollar SIDA.
La transmisión del VIH, explicó el titular del CENSIDA, ocurre mediante el intercambio de fluidos corporales como sangre, leche materna, semen o secreciones vaginales, entre una persona con la infección y sin tratamiento y una que no vive con el virus. También la infección puede ocurrir al compartir jeringas, agujas u otros implementos contaminados para el consumo de sustancias psicoactivas.
Desde 1988, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció esta fecha para que, en todo el mundo, se ponga énfasis en las medidas de prevención de la infección, evitar la transmisión y honrar las vidas de las personas que han fallecido a causa del padecimiento.
En cuanto a la evolución de la epidemia en nuestro país, el doctor Mosqueda explicó que, se han registrado importantes avances tanto en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, haciendo que en la actualidad en México la epidemia se encuentre concentrada y no diseminada en toda la población como desafortunadamente ocurre en otros países. Se estima que en nuestro país viven 380,000 personas con el VIH, de las cuáles dos de cada diez, aún no lo sabe.
Mediante la prevención combinada, se ha avanzado en la concientización del uso de condones externos e internos al tener prácticas sexuales con cada pareja y también en la utilización de medicamento antirretroviral como método de prevención del VIH.
También ha habido una muy importante evolución en lo tocante al diagnóstico puesto que, en la actualidad existe la posibilidad de realizarse exámenes de sangre altamente confiables, indoloros, gratuitos y con resultados muy rápidos que permiten detectar si una persona vive con la infección, en aproximadamente 10 minutos.
Pero, donde quizá se ha avanzado más, es en el tratamiento ya que en México las personas que viven con VIH e incluso aquellas que se encuentran en etapa de sida, cuentan con acceso a los medicamentos más avanzados de forma universal y gratuita, sin importar su afiliación a la seguridad social.
En este sentido el doctor Mosqueda fue enfático en cuanto a que el Sector Salud garantiza un acceso universal y gratuito a las herramientas más avanzadas de prevención, diagnóstico y tratamiento de VIH y de SIDA, por lo que invitó a la población a acudir a su unidad de salud más cercana para realizarse una prueba que permita descartar la infección, o en caso de un resultado positivo, iniciar lo más pronto posible el tratamiento más adecuado de entre todos los que están disponibles y que ofrecen una muy alta esperanza y calidad de vida.
“Hoy en día una persona que vive con VIH y que se diagnostica a tiempo puede tener un pronóstico de vida prácticamente igual al de quien no vive con el virus. Pero más allá de la cantidad de tiempo, es importante hacer énfasis en la calidad de vida, porque con los tratamientos que ofrece el Sector Salud, estas personas pueden trabajar, estudiar, hacer deporte, tener una familia y desarrollarse plenamente en prácticamente todos los aspectos de su vida”, sostuvo Juan Luis Mosqueda.
Para reforzar este punto, el titular del CENSIDA explicó que, los tratamientos antirretrovirales que actualmente se administran a las personas que viven con VIH eventualmente logran reducir la presencia del virus en la sangre, a lo que llamamos indetectabilidad, hasta el punto que ya no es posible transmitir el virus a otras personas, ni por contacto sexual ni por gestación, lo que implica no solamente un beneficio individual para ellas, sino también un triunfo para la salud pública, ya que contribuye a evitar nuevas infecciones.
Estos tratamientos, en su mayor parte, están basados en algo que se conoce como inhibidores de integrasa y, al implicar únicamente la administración oral de una tableta cada 24 horas, representan una significativa mejoría de la calidad de vida.
A pesar de todo lo anterior, lamentó el titular del CENSIDA que, los prejuicios, los estigmas y la ignorancia siguen jugando un papel muy importante en nuestra sociedad y ello ha provocado que, hoy por hoy, al momento del diagnóstico, entre el 35 y el 40 por ciento de las personas viviendo con VIH ya estén en la etapa de sida; lo cual es especialmente grave si se considera que desde el momento de la transmisión hasta el momento de desarrollar el síndrome, suelen pasar entre 7 y 10 años, lo que implica que durante un muy largo periodo de tiempo estas personas no conocían que vivían con la infección.
Por lo anterior y en consonancia con las instrucciones giradas por la presidenta Claudia Sheinbaum y por el secretario David Kershenobich en el sentido de fortalecer la prevención y la atención primaria a la salud, nos encontramos en un momento oportuno para aumentar la detección temprana, dijo el doctor Mosqueda, y para ello es imperativo generar conciencia sobre la necesidad que tenemos como sociedad de hacernos exámenes de VIH periódicamente.
Mosqueda recomendó que toda aquella persona con vida sexual activa, debería hacerse una prueba de detección de VIH. “Así como lanzamos un mensaje de detección oportuna de cáncer de cuello uterino y decimos que, todas las mujeres se deben hacer el Papanicolaou, de la misma forma en el caso del VIH el mensaje es: todas las personas que ya iniciaron su vida sexual, ¡Háganse una prueba de VIH! Sin prejuicios, sin discriminación, sin señalar, sin cuestionar”, insistió el doctor Mosqueda.
Explicó que existen alrededor de 80 Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) en los que se prestan servicios de prevención, atención, diagnóstico y tratamiento de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), incluidos el VIH y la hepatitis C, para personas sin seguridad social.
En ellos, de manera gratuita, se dan insumos de prevención como condones, tanto internos como externos, así como gel lubricante base agua, se realizan pruebas de detección de VIH, sífilis y virus de la hepatitis C (VHC), se dan fármacos profilácticos pre y post exposición, se abastece de medicamentos para el tratamiento de infecciones tanto de VIH como de hepatitis C.
También se brinda una atención integral que implica la participación de profesionales de la salud que van desde personal médico, tanto de medicina general como de especialidades en medicina interna, infectología y pediatría, a los que se suma el personal de enfermería especializado en consejería, prevención y diagnóstico; así como profesionales de la psicología y de trabajo social.
En este sentido el doctor Mosqueda enfatizó el lema propuesto por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas (ONUSIDA) para la conmemoración de este año, que es “Sigamos el camino de los derechos”, el cual está en consonancia con la política de la actual administración federal y que busca dar pasos significativos hacia el objetivo de la eliminación del SIDA para 2030, transitando por un camino en el que el respeto y la promoción de los derechos humanos ocupen un lugar central y se avance, de forma inequívoca, en el combate a la ignorancia, la discriminación, la estigmatización y el prejuicio, concluyó.
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