Altamira, Tamaulipas. – La directora del Colectivo Buscando Tus Pasos A.C. en Reynosa, María Teresa Molina, lleva 12 años buscando a su hijo Daniel Alejandro Clemente Molina, quien desapareció en 2012 víctima de una desaparición forzada.

Aquella fatídica noche, durante una cena, cinco jóvenes fueron “secuestrados”, incluyendo a su hijo, y desde entonces no ha cesado en su lucha por encontrarlo.

Con el paso del tiempo, Teresa se ha convertido en una experta en rastrear fosas clandestinas para localizar restos óseos.

Ella y las integrantes del colectivo emplean varillas que insertan en el suelo para detectar irregularidades en el terreno.

Cuando encuentran indicios, comienzan a excavar, guiadas por su instinto y la experiencia adquirida.

“Nos hemos tenido que convertir también en una especie de médicos forenses. Ya identificamos huesos humanos con solo mirarlos o tocarlos”, explicó Molina, evidenciando cómo la tragedia las ha obligado a aprender técnicas que ninguna madre debería conocer.

Desde su experiencia, María Teresa hace un llamado a la actual administración para que brinde mayor sensibilidad y apoyo a los colectivos de búsqueda, quienes enfrentan constantemente la indiferencia gubernamental.

“Contrario a lo que se pudiera pensar, el número de desaparecidos en México no ha disminuido, va en aumento”, señaló con preocupación, destacando la urgencia de implementar acciones más efectivas para atender esta crisis humanitaria.

La búsqueda de Daniel Alejandro y de miles de desaparecidos en Tamaulipas es una herida abierta que continúa marcando a las familias y colectivos, quienes no descansarán hasta encontrar justicia y verdad.

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