Ciudad de México.- Con el objetivo de llevar espectáculos escénicos, talleres, proyecciones y actividades culturales para enriquecer y preservar la riqueza cultural entre las comunidades cercanas al Lago de Pátzcuaro, en Michoacán, surgió en 2019 el Colectivo Cultural Janhaskua (Visión).

En entrevista, Francisco Osorio, uno de sus integrantes y fundadores, menciona que es una especie de teatro callejero, que se puede realizar en cualquier lugar, de manera portátil, para que esté a disposición del público y no se requiera grandes escenarios.

Sus propuestas se pueden presentar tanto en plazas públicas, escuelas, pero también tienen opción de montarse en un teatro. “El trabajo en comunidades donde difícilmente se tiene acceso al teatro ha sido una experiencia gratificante”.

Las piezas están pensadas para todo tipo de espectador, y ponen especial atención a las infancias. “Es bonito porque para muchos niños es su primer acercamiento al teatro y dicen: ‘es como una película que estamos viendo en vivo’. Es hermoso, esa reacción es gratificante; aparte, las comunidades de la zona del Lago de Pátzcuaro y de Michoacán son bastante cálidas”, expresa Osorio, quien estudió Ciencias Sociales además de Cinematografía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sobre el trabajo del Colectivo –el cual lo integran artistas y gestores culturales, habitantes de la zona–, Francisco refiere que el grupo escribió en 2020 Janikua la pequeña lluvia, una obra que se inspira “en la cosmovisión de los pueblos originarios de este territorio”.

Al reanudar actividades, luego de la emergencia sanitaria, montaron el espectáculo y lo llevaron a diversas comunidades de la región, con un total de 94 funciones itinerantes. Lo anterior con el apoyo del Centro Dramático de Michoacán, el Centro Nacional de las Artes –a través de la convocatoria del Circuito Nacional de Títeres y Objetos–, el Sistema Creación y el programa Alas y Raíces.

“Con el apoyo del Circuito Nacional de Títeres y Objetos realizamos una gira por estados del circuito como Colima, Michoacán, Querétaro y Guanajuato”, puntualiza.

CINE COMUNITARIO

Francisco Osorio indica que el colectivo también se dedica a otras actividades artísticas y culturales, por ejemplo, ofrecen cursos de cine comunitario. “Hemos tenido algunos apoyos de Alas y Raíces para dar talleres de cine documental y de cine experimental en las comunidades de Pátzcuaro”, en las que el interés de los públicos infantiles y juveniles es grande.

“A pesar de ser un proceso más largo, es evidente la transformación de los niños, que en ocasiones llegan con mucha pena y no se quieren acercar, pero al final terminan haciendo un pequeño espectáculo escénico al contar sucesos que tienen que ver con su vida diaria, la cosmogonía y la tradición oral”.