Tampico, Tamaulipas. - El sector pesquero del sur de Tamaulipas está batallando para desarrollar su vocación luego que desde hace años han mermado los subsidios para los armadores y los costosos trámites para los pescadores hace imposible su cumplimiento originando que muchos de ellos no obtengan la libreta de mar necesaria para poder pescar en aguas del Golfo de México.

La presidenta de la Unión de Pescadores, Maquiladoras y Similares, Alicia Hernández Ogazón indicó que en la última salida de los barcos pesqueros, al término de la veda del camarón que fue el día 5 de septiembre, no todos los pescadores pudieron salir a altamar, porque por un lado los armadores no cuentan con el subsidio del diésel para poder operar sus navíos, en tanto que cientos de pescadores no pudieron obtener la libreta de mar.

Lo anterior porque deben pasar unos cursos y estudios médicos que les hacen erogar cantidades de ocho mil, 10 mil y hasta 14 mil pesos, lo que evidentemente representa una carga económica muy fuerte para ellos como trabajadores del mar.

De esta forma, dijo, la Secretaría de Marina que es la máxima autoridad en el mar, a través de la Capitanía de Puerto Regional de Tampico, debe ser más sensible, dar prórrogas a los pescadores u otras ventajas para poder desempeñarse como pescadores y de esta manera llevar algún recurso para sus familias.

"Pues desgraciadamente ya no tienen los armadores el subsidio del diésel, entonces ellos ahorita están batallando mucho, la mano productora, que son los pescadores es la mano trabajadora, pues ellos sí se las vieron muy negras porque los armadores no tienen dinero para darles préstamos como se debiera, han estado batallando mucho y más que no hubo mucha gente para 'pacotilleros', pero derivado de lo mismo ya no tienen el apoyo de ese famoso vale (subsidio) y ahorita ya se los restringieron", precisó.

De acuerdo a estimaciones, en la zona de Tampico operan unos mil 260 pescadores de altamar, de los cuales un 10 por ciento no subió a los barcos, unos 200 pescadores, quedando ellos y sus familiares sin el sustento económico que dan las labores de pesca durante la llamada corrida del camarón en aguas del Golfo de México.