Altamira, Tamaulipas.- La naturaleza sigue poniendo en su lugar al alcalde morenista de Altamira, Armando Martínez Manríquez, pues ahora la gran cantidad de agua demostró la falta de capacidad de captación en la Laguna del Champayan.

Primero fue la sequía, los bajos niveles demostraron que se gastaron 40 millones del pueblo de Altamira para hacer un canal.

Además, cuesta miles de pesos operar dicha máquina, dinero que sale de las arcas públicas, es decir de los impuestos de los altamirenses.

Y la segunda ocasión en que la naturaleza desmiente a Martínez Manríquez, fue por los escurrimientos de agua, pues el vaso de captación tiene niveles al grado de desbordarse, es decir, la draga ha costado millones de pesos y no ha funcionado de nada.

Lo cierto es que, el no contar con una captación de agua provocará que mucha de ella sea desperdiciada al irse al mar por la falta de un rescate real por parte del gobierno de la Cuarta Transformación.