El pasado destruye
La mayor parte de la información política la leemos en los medios digitales o se comparte en los grupos de las redes sociales. Ahí es donde vemos el cumulo de información de uno y otro candidato a un puesto de elección popular. En lo personal me llama la atención el ánimo, la emoción, la convicción que Arturo Núñez Ruiz, el candidato del PRIAN, a la senaduría le pone a cada uno de sus mensajes. Están hechos para convencer… hay, sin embargo, un pequeño detalle. El peso del pasado.
Los mensajes de Arturo Núñez son correctos. Son la estrategia de quien lucha por obtener un cargo de elección popular representando a la oposición. Por eso sus llamados a los jóvenes, a los ciudadanos, de despertar y luchar por el cambio; de recuperar a una sociedad sin miedo, que sea de hombres y mujeres libres. Son mensajes que, sin la menor duda, pueden y deben calar en los receptores. El problema, sin embargo, es el contexto y el pasado inmediato.
CONTEXTO DE LA LUCHA POLÍTICA.
Toda lucha política lleva consigo el enfrentamiento por ganarse el apoyo de los ciudadanos que, traducidos en votos, puede facilitar una victoria electoral. Cada contendiente por el poder, se entiende, tiene a su disposición armas o recursos para enfrentar, al contrario. Y la posición que ocupen en esa lucha es la que marcara el tipo de mensajes que se emitan. En el caso de los candidatos presidenciales tenemos: 1) Claudia Sheinbaum, que es la candidata oficial; 2) Xóchitl Gálvez, que es la opositora; y, 3) Jorge Álvarez Máynez, en teoría es opositor, en los hechos, su partido cumple un rol de esquirol, facilitar el triunfo del oficialismo.
Así, de manera enfática, reiterativa la candidata oficial una y otra vez afirma que va por la continuidad, que le construiría un segundo piso a la 4T; en pocas palabras, más de lo mismo que ha dicho y hecho AMLO. Se convierte, así, en más de lo mismo, que a unos gusta y a otros no. Y en el caso de Xóchitl sus mensajes van con la intención de marcar la diferencia, de ya no hacer lo mismo, sobre todo en seguridad: combatir a la delincuencia organizada y no seguir con la política de abrazos, no balazos. Y el joven Máynez, su estrategia es básica: dividir a la oposición y apuntalar al oficialismo, con todo y que pregone una nueva forma de hacer política.
EL PASADO DE LA OPOSICIÓN.
AMLO aprendió en la oposición las debilidades del oficialismo. Fue un aprendizaje de 18 o más años. Conoció las entrañas del poder neoliberal y armo sus estrategias de tal suerte que, su propósito esencial, es destruirla, aniquilarla. Y hemos sido testigos de cómo el oficialismo que se vuelve oposición, no sabe luchar por el poder, no encuentra el rumbo. Pero, en todo caso, en un contexto donde la oposición llega al poder y el oficialismo se convierte en oposición, la cuestión es los elementos visibles: los aciertos o errores del quien está en el poder; porque ante los mensajes de la oposición, los ciudadanos quiérase o no, tienen que hacer una comparación: los aciertos y los errores de unos y otros. En la contienda presente, por ejemplo, los errores del oficialismo (corrupción, autoritarismo, opacidad, etc.) se ocultan ante los grandes aciertos… eso explica, sin la menor duda, que en este momento el presidente tenga un 60% de aprobación. En cambio, los negativos de la oposición (antes oficialismo) están en el pasado, en una historia que no se borra con discursos ni con demagogia.
OPOSICION EN TAMAULIPAS.
Emociona, en serio, leer o escuchar los mensajes de Arturo Núñez como los de Andrea García, que los candidatos de oposición. También el trabajo político-electoral de Cendy Robles, pero ella no puede quitarse el emblema de que no es oposición, puesto que el PT es parte, y presume, de la 4T. Hoy, por estrategia, al menos en la senaduría van a parte, es decir, Cendy no tiene posibilidades de ganar la elección. Bueno, en la práctica, ni quienes son verdadera oposición como es el caso de Imelda Sanmiguel como Arturo Núñez, que son los candidatos del PRIAN.
El mensaje de Arturo Núñez, con todo y que es bueno, no puede competir con el oficialismo en el poder. Y no puede porque tanto el PRI como el PAN, fueron gobiernos y lo hicieron tan mal, que precisamente por eso los electores no les dieron el triunfo electoral. Así, en este momento, la oposición en Tamaulipas no tiene elementos para triunfar el 2 de junio. Y en dado caso que ganen algunas diputaciones, o municipios, será por divisiones o malos candidatos del partido en el poder.
Y es que el pasado siempre, siempre, nos cobra una factura. Recuerden el caso de Clara Luz, allá en Nuevo León, perdió la gubernatura por un pasado lleno de misterio y, claro, haber negado su pertenencia a una secta… Así, hoy en día, el PAN como el PRI en Tamaulipas no pueden negar que cuando fueron gobiernos, gobernaron mal. Se les olvido el pueblo.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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