Desde hace tiempo he tratado de entender lo que significa la palabra “Redacción”, porque a pesar de haber leído varias definiciones no había logrado darle el sentido que se merece; incluso, hay personas que relacionan inmediatamente esa palabra con “la coma”. La coma es parte de los temas que ahí se abordan.

Para la presente exposición intentaré explicar la redacción con un enfoque etimológico el cual, de acuerdo con Gonzalo Martín Vivaldi, quiere decir “Compilar o poner en orden”. Más adelante el autor detalla con más acierto “…en un sentido más preciso, consiste en expresar por escrito los pensamientos o conocimientos ordenados con anterioridad.” (Curso de redacción. Teoría y práctica de la composición y del estilo)

De acuerdo con estas definiciones ¿de qué se trata, pues, la redacción?

Hemos mencionado las palabras “poner en orden”, pero ¿qué es lo que vamos a poner en orden? Como nos habremos dado cuenta son los pensamientos los que debemos ordenar antes de escribir. Una vez que ya tenemos la idea clara de lo que vamos a hacer, ahora conviene redactar.

Hasta aquí no creo que haya algún problema para entender lo que debemos hacer, aunque no todo es tan fácil como parece. Veamos cuál es una de las dificultades con la que más nos tropezamos a la hora de redactar, y no es precisamente con la coma como muchos pensarían, sino más bien por la falta de un orden en la estructura del texto.

Muchas veces nos olvidamos por completo de que un texto debe llevar una estructura: introducción, desarrollo y final; tan sencillo como eso. ¿Qué pasa cuando no seguimos estos pasos? Sucede lo esperado: una confusión en lo que leemos, ya que en ocasiones mientras vamos leyendo nos damos cuenta que lo que estamos viendo debió haberse dicho en el primer párrafo o en el segundo, pero no en el cuarto o quinto.

Es necesario que sigamos un orden para que el mensaje sea claro. ¿Cómo vamos a poner por escrito nuestros pensamientos que ya fueron ordenados con anterioridad si no tomamos en cuenta la estructura del texto donde vamos a vaciar esos pensamientos?

La redacción tiene que ver con un orden, y ese orden nos lleva a leer un texto con claridad, aunque esa claridad no esté relacionada precisamente con la luz, sino con la limpieza, cómo se desarrolló el tema, tiene que ver con la exposición del hecho, con las palabras precisas que se emplearon, tiene que ver con el orden de los elementos de una oración; con la idea matriz y las ideas secundarias.

Hablemos de ese orden. Vamos a suponer que sucedió un incendio en X casa. Si nosotros hemos sido testigos de tal desgracia, ¿por dónde comenzaríamos a contarle a nuestra madre, hermana o vecina de tal hecho?

Tal vez iniciaríamos por comentar algo así como: Por la mañana se incendió una casa de material en la colonia X, muchas personas, entre hombres y mujeres, ayudaron a apagar las llamas; al poco rato llegaron los bomberos. Por fortuna, no hubo heridos, ya que la familia andaba de vacaciones, según reportaron los vecinos.

En este breve ejemplo podemos notar que hemos iniciado con una introducción, es decir, primero explicamos de qué vamos a hablar, enseguida desarrollamos el tema, al último en qué quedó el asunto, problema o situación.

En la redacción es importantísimo saber ordenar los pensamientos, porque a partir de ahí podremos escribir con claridad. Es necesario que valoremos qué va al principio, en medio y al final.

En el ejemplo anterior podemos agregar muchos detalles más, pero siempre y cuando lleven un orden.     

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.