Andrés Guardado vive su tercer mes como jugador del León, en el regreso al futbol mexicano tras jugar casi 20 años en Europa.

El Principito supo adaptarse y brillar en España, Alemania y Países Bajos, pero ahora mismo acepta que le han costado ciertas costumbres sociales y deportivas.

“Es muy difícil, de repente en dos meses conseguir lo mismo en una nueva casa, aunque sea tu país, Y también se escuchará, porque sé cómo somos los mexicanos y seguramente me van a criticar, pero también, pues maduré en Europa, ¿no?”, comentó Guardado en entrevista con Fox Sports.

“Desde los 20 años me fui, fueron casi diecisiete años, entonces crecí con muchas costumbres europeas, que por más que soy mexicano y por más que venía a la Selección, tengo muchas cosas que se quedaron, entonces ahora que he venido para acá (con León), me ha costado un poco otra vez adaptarme al día a día, a la vida cotidiana. Ya no solo en el futbol, sino el ir al súper…”.

Específicamente sobre el futbol, Guardado revela la gran diferencia entre la cotidianidad de un deportista en Europa y en México.

“Allá la gente hace responsable al jugador de sus cosas y de lo que necesita. Allá tú llegas, te hacen un estudio y te dicen ‘Oye, pues tú tienes un déficit, en mi caso, de los isquios, y necesitas trabajar eso’. Te dan un plan de trabajo y tú sabrás si lo haces”.

“Acá no, acá te ven que hace falta algo y están detrás de ti, diciéndote ‘Trabaja, órale, ándale…’ Entonces, eso es para mí la diferencia”.

Guardado señala que en Europa no podía relajarse en momento alguno, pues la competencia en todos los clubes es mayúscula y así lo vio en el Betis, donde peleaba el puesto con seleccionados nacionales.

“Si yo dejaba de hacer mis cosas, si yo dejaba de competir, si dejaba cuidarme, me ganaban porque yo competía con Guido (Rodríguez), campeón del mundo; con Willy Carballo, campeón de Europa con Portugal; con Mar Roca, que es un ex del Bayern Múnich".

“Por más que yo tuviera mi experiencia, por más que yo tuviera años en mi club, tenía que competir. Entonces, eso para mí es la gran diferencia entre allí y acá. Es que es otra visión. No es tu nana el que trabaja contigo allá… Te deja las cosas y tú sabrás, no se te apapacha”.

Además, Guardado recuerda que en Europa se fijan menos en la vida personal y social de los jugadores, mientras que en México esa parte se puede criticar, sin importar los resultados.

“Allá después te juzgan por lo que pasa adentro de la cancha, te juzgan menos por lo que pasa afuera. Porque aquí veo que se te critica si vas a un concierto, si tienes una vida privada un poco social. Aquí, aunque juegues bien, de repente a la mínima salida ya te la sacan”.