Arturo, en la lid
La solicitud de registro que Arturo Fidel Núñez Ruiz presentó en la víspera, como aspirante a candidato senatorial de segunda fórmula, por la coalición Fuerza y corazón por México, reanima a la clase política del tricolor que no pierde la esperanza de remontar en el proceso electoral concurrente.
Acostumbrado está, Arturo, a sortear la adversidad para avanzar en la vida aun cuando los retos se presenten cuesta arriba, ya sea en el aspecto personal, político o empresarial.
Desde hace un cuarto de siglo, aproximadamente --antes de asumir la dirigencia estatal del Frente Juvenil Revolucionario (FJR) del PRI--, hubo distinguidos miembros de la clase política que lo calificaron como una joven promesa del tricolor, vislumbrándole un futuro promisorio por su activismo y oratoria; conocimiento de la ciencia política y del marco electoral; así como por su liderazgo.
Lamentablemente, su carrera fue truncada por dos adversidades. Una: el accidente automovilístico que sufrió y lo mantuvo en coma casi durante un par de años; y la otra: el secuestro del que fue objeto, viviendo en carne propia la inseguridad en la entidad.
De una y otra, Núñez Ruiz salió bien librado. Y con ganas de retomar la bandera para seguir defendiendo las causas sociales.
Fue dirigente de Movimiento Territorial (MT) durante la presidencia de Edgar Melhem Salinas, en el Comité Directivo Estatal (CDE); y últimamente despacha como dirigente municipal del tricolor en Tampico, donde ha hecho un trabajo más que aceptable, según la referencia que de él ofrecen sus compañeros de partido como Luis Enrique Arreola Vidal, Enrique Cárdenas del Avellano, Mayra Ojeda Chávez, Horacio Reyna de la Garza y Lucino Cervantes Durán, entre otros, que ayer estuvieron presentes al entregar Arturo la documentación requerida para su registro.
Según comenta él mismo, el año inicia con muy buenas noticias. Algo que lo hace feliz.
Y es que después de militar, trabajar y contribuir con su partido por más de 25 años, ahora le están brindando la oportunidad de registrarse como aspirante a candidato a senador por Tamaulipas.
Al respecto, comenta Núñez Ruiz: “Sé del reto y responsabilidad que implica este encargo, lo asumo con mucha responsabilidad y entusiasmo, convencido que somos la mayoría los que queremos un mejor país para nuestros hijos”.
Lo que sigue es formalizar la solicitud. Pero, de entrada, el PRI gana.
Dice Arturo: “ya ganamos; ganamos todos los priistas que hemos luchado por mucho tiempo por tener una oportunidad y al no darse, disciplinadamente nos volvíamos a formar en la fila y apoyábamos la decisión que el partido tomara con entusiasmo; ganamos porque muchas personas conocerán las propuestas de un priista que conoce el territorio y quiere a Tamaulipas; y que luchará con determinación ganar un espacio en el Senado de la República”.
De concretarse el registro de Arturo en él recaerá gran responsabilidad de la recuperación priista.
Lo mejor, es que no le apuesta a lograr un escaño de primera minoría, sino uno de los dos de mayoría relativa.
Insistencia de Maki
El recorrido que realiza Maki Esther Ortiz Domínguez por los municipios de la geografía estatal --so pretexto de organizar reuniones del grupo ‘Por ella, por todas’--, en realidad es una campaña con la que busca presionar al alto mando de morena para que la incluyan en la lista plurinominal al Senado o a la Cámara de Diputados.
Si ella ejecuta o no acciones para acarrear féminas a favor de Claudia Sheinbaum Pardo, es por compromiso y para realizarlas, la ex alcaldesa de Reynosa jamás ha tomado en cuenta la opinión de su dirigente partidista.
¡Ah!, pero ahora que ambiciona aparecer en la boleta, aunque sea por el PVEM, informa sus logros --ocultando que enfrenta dos acusaciones penales por desviación de recursos públicos--, tratando de impresionar a la autoridad guinda para que apoye su proyecto inmediato.
Incivilidad
La contienda presidencial rebasa ya todo intento de civilidad política.
Y sé que al arrancar las campañas formales- --una vez concluidas las precampañas y sorteadas las intercampañas--, seguramente se ensuciarán más con las descalificaciones, epítetos y denuncias pronunciadas por los tres candidatos, en un claro afán de capitalizar el voto de los indecisos que acaricia el 25 % de la lista nominal, aun cuando su osadía pudiera incrementar el abstencionismo.
Usted, como su servidor, seguramente lo advierte por las poses que en los últimos días han tomado Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, Claudia Sheinbaum Pardo y Jorge Álvarez Máynez, que en nada privilegian el marco democrático que tanto dicen defender al querer, cada uno, poner las condiciones para los debates que por ley deben llevarse a cabo durante los meses de marzo, abril y mayo próximos.
Sin embargo, hay otros certámenes electorales que ameritan tanta o más atención por parte de los ciudadanos, por estar (ellos) directamente involucrados en el cambio de las autoridades públicas y/o representantes legislativos más cercanos a su entorno.
Los enumero:
1) El proceso federal para elegir a 96 senadores (64 bajo el principio de mayoría relativa y 32 de primera minoría);
2) La pelea por las 300 curules uninominales del Palacio Legislativo de San Lázaro y, por supuesto, las 200 plurinominales; y
3) Las contiendas en las 32 entidades federativas para renovar sus alcaldías --tanto en forma constitucional (en todos los casos) como en la práctica de usos y costumbres--, además de congresos locales.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Juan Sánchez Mendoza
Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.
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