En este mes de enero de 2023, un mes que casi termina y que se ha pasado demasiado rápido, quise tomar un descanso apropósito de mis ojos ya que comencé a sentir un poco de cansancio en la vista, por lo que tuve que suspender las lecturas.

Ahora ya me siento un poco mejor.

Con respecto al estudio que he estado haciendo sobre gramática, me parece importante destacar que es interesante aprender para entender el porqué de la posición de cada una de las palabras que forman una oración, así como la función de cada una de ellas. Algo que también es fundamental sería conocer el nombre de cada una de las categorías gramaticales porque a partir de ahí vamos a poder darle claridad y orden a lo que estamos escribiendo.

Si mal no recuerdo, una de las enseñanzas de Martín G. Vivaldi (CURSO DE REDACCIÓN) va en el sentido de que si un sustantivo necesita de un adjetivo no es necesario adornarlo con dos. El hecho de desconocer el papel que desempeña cada una de las categorías gramaticales dentro de la oración nos puede llevar a cometer faltas de claridad y precisión al escribir.

Si escribimos, por ejemplo: Juan es alto, delgado, su cara es redonda, morena, tiene ojos negros, grandes. Cualquiera que tenga poca o mucha instrucción sobre gramática o redacción dirá que el escrito está adjetivado, y que no habría necesidad de usar tantos adjetivos, pues bastaría solo uno por cada sustantivo y valorar si es necesario que los lleven.

Sucede que muy poco nos atrevemos a cuestionarnos sobre cuál es la razón del porqué usamos determinado adjetivo, menos nos preguntamos qué es un adjetivo y para qué sirve, qué función está desempeñando al lado de un sustantivo, por qué se ha colocado ahí, en esa posición.

En empleo cotidiano del lenguaje este lo usamos con la clara intención de transmitir un mensaje, solo que ese mensaje a veces contiene la repetición de ideas como de palabras, a veces no tan solo eso, sino que la posición de cada una de esas palabras que han formado oraciones pudieran no estar en el lugar adecuado –por no decir en el lugar correcto–.

Tengo entendido que una palabra pudiera no estar ocupando el lugar adecuado en una oración, pero eso no quiere decir que esté mal el escrito, ya que se entiende lo que se quiere decir.

Martín Vivaldi en una de sus enseñanzas nos habla de una estructura sintáctica que poder servir como base para cuando se desconoce la gramática. Una oración estructurada con SUJETO-VERBO y COMPLEMENTOS nos ayuda a salir de apuros, pero eso no significa que nos apoyemos de esa base todo el tiempo, ya que las estructuras pudieran variar en cada una de las oraciones y sean mucho mejor que agarrarse de una simple base sintáctica. 

Lo que voy a decir a continuación tal vez sea una apreciación vaga, pero es una idea que se me ocurre.

La GRAMÁTICA viene siendo como la teoría de las palabras, es decir, por medio de ella vamos a entender el CÓMO, el PARA QUÉ y POR QUÉ, así como las FORMAS de usar el lenguaje, la gramática es la arquitectura.

En cambio, la REDACCIÓN viene siendo la práctica, el mecanismo de acción, la ejecución, la rueda en movimiento que va sobre una superficie, la redacción es la puesta en práctica de la arquitectura.

Recordemos que redactar significa en su sentido etimológico COMPILAR o PONER EN ORDEN, y lo que vamos a poner por escrito son las ideas por medio de las palabras que previamente ya conocemos, pero que ya conocemos porque las hemos escuchado infinidad de veces, solo que nos haría falta el conocimiento más profundo de cada una de ellas para usarlas adecuadamente, y para eso nos hace falta conocer gramática.  

Aunque tengo poco tiempo de estar leyendo al gramático español Ignacio Bosque, considero de mucha importancia estar estudiando sus libros para entender mejor el mundo del lenguaje, para reflexionar sobre nuestro idioma y su uso.  

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.