Matamoros, Tamaulipas. - La desesperación de vivir dos meses a la orilla del río Bravo y estar cuatro en el territorio nacional, ha orillado a los migrantes a buscar el sueño americano cruzando a nado el caudal para llegar a la vecina ciudad de Brownsville, algunos lograron evadir a las autoridades, otros no, fueron deportados no una, sino dos ocasiones.

Tal es el caso de Antonio, un venezolano que ha cruzado en dos ocasiones el río en busca de su “sueño americano”, en ambas las autoridades migratorias lo han detenido y regresado a México en donde sigue viviendo a la orilla del caudal.

“Ya intenté dos veces, lastimosamente las dos veces me devolvieron, con mi familia, mis dos niñas y mi esposa”, dijo.

Manifestó que la intención de cruzar de esta manera hacia los Estados Unidos, era para encontrarse con su familia, debido a que hacerlo de manera legal se tarda mucho el proceso, es por eso que se tomó esta decisión.

“Nosotros tenemos ese conocimiento de que se ahogan muchas personas en el intento de cruzar el río, pero lo hicimos con el menor riesgo de ahogarnos, por lo que la primera vez que cruzamos fue el pasado 11 de diciembre, ahí me entregué, la segunda ocasión fue el 22 de diciembre y me regresaron el 24 de este mismo mes”, explicó.

Aseguró que en las dos ocasiones que se entregó a las autoridades migratorias, el trato fue digno, no tuvieron problemas con ellos, sin faltas al respeto ellos si se ponen a la defensiva, mientras no, ellos hacen todo con respeto.

Resaltó que las autoridades migratorias solo nos pidieron los datos, posteriormente nos llevaron a un albergue que ellos tienen, ahí nos detienen dos días, o a veces hasta más, ellos te llevan a los diferentes cruces internacionales, afortunadamente en las dos ocasiones nos trajeron a Matamoros.