Monterrey, NL (Agencia Informativa de México).- Especialistas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) crearon un dispositivo automatizado para diagnosticar artritis reumatoide, ante la prolongada tardanza en obtener resultados de los pacientes.

David Vega Morales, investigador del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario, señaló que “la mayoría de los no reumatólogos desconocen las maniobras clínicas especializadas para diagnosticar artritis reumatoide en etapas tempranas de los pacientes con sospecha”.

Sostuvo que “hasta los propios reumatólogos no han podido homologar el procedimiento mismo”.

“Esto ha hecho que la mayoría de estos pacientes tardan hasta tres años en ser diagnosticados y tratados con el tratamiento adecuado para mejorar su calidad de vida”, indicó.

El especialista comento que “junto a dos colegas especialistas crearon un dispositivo automatizado para diagnosticar artritis reumatoide”.

Detalló que “se trata de “una mano” que tiene la capacidad de sujetar y ejercer la presión en peso exacta que indicaría un diagnóstico positivo de artritis en pacientes con sospecha”.

Vega Morales comentó que “encontramos que el 2 por ciento de la población padecía de artritis reumatoide, miles de ellos sin saberlo”.

“Y a pesar que les dolía las manos, no eran diagnosticadas con artritis porque no cumplían algún otro síntoma en el habitual check list”, añadió.

Refirió que en un estudio de investigación nacional, donde participaron especialistas de la UANL, se detectó que el 2.5 por ciento de las personas tenían dolores en las articulaciones y no eran clasificados como artritis reumatoide.

“Una de las características que nos dimos cuenta era que a esas personas les dolía cuando les presionabas en los nudillos”, explicó.

El experto mención que “resultó que un año después que les dimos seguimiento la mitad de esas personas desarrollaron artritis reumatoide”.

Manifestó que “lo más inquietante es que, según sus propios números, solo el 60 por ciento de los reumatólogos apretaban donde tenían que apretar”.

“Luego de los que apretaron había quien apretó 150 gramos y quienes apretaban 750 gramos, había mucha diferencia”, expuso.