Altamira, Tamaulipas. - La sequía ha generado la muerte de un promedio de cien cabezas de ganado en Altamira, causando un gasto de un millón de pesos, lamentó el regidor Luis Espinoza.

Declaró que las presas mantienen bajos niveles de agua, lo que también es una afectación para los ejidatarios.

El ganado, dijo, ha muerto prácticamente de sed y por la falta de alimento al no darse el crecimiento del césped.

Ante ello, el ganadero tiene que invertir en la compra de pacas de comida que al final representan un gasto oneroso.

El edil manifestó que se emiten apoyos, sin embargo, ha sido difícil poder salvar el ganado ante la prolongada sequía.

Espera que durante estas lluvias puedan captarse algunas pulgadas de agua para las presas de Altamira.

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