Ciudad del Vaticano, (Agencia Informativa de México).- Una vez más, el Papa Francisco suplicó a todos los actores de la comunidad internacional para de manera inmediata la “masacre insensata” que se está llevando a cabo en Ucrania, desde hace casi un mes y o tienen justificación.

“No se detiene, lamentablemente, la violenta agresión contra Ucrania, una masacre insensata en la que todos los días se repiten estragos y atrocidades. ¡No existe justificación para esto! Suplico a todos los actores de la comunidad internacional que se esfuercen de verdad para hacer que cese esta guerra repugnante”, fueron las primeras palabras del Santo Padre al término del rezo del ángelus este domingo.

Con mucha preocupación el pontífice señaló que esta semana misiles y bombas asesinado a civiles, ancianos, niños y madres embarazadas y señaló que fue a visitar a los niños heridos que han llegado a Roma.

“A uno le falta un brazo, otro está herido en la cabeza… Niños inocentes. Pienso en los millones de refugiados ucranios que deben huir dejando atrás todo, y siento un gran dolor por cuantos no tienen ni siquiera la posibilidad de escapar”, narró el Santo Padre.

“Muchos abuelos, enfermos y pobres, separados de sus familiares, tantos niños y personas frágiles deben quedarse y morir bajo las bombas sin poder recibir ayuda y sin encontrar seguridad ni siquiera en los refugios antiaéreos”.

Y es que a un mes de cumplirse el inicio de las “operaciones militares que decreto el presidente de Rusia, Vladimir Putin en territorio de Ucrania, se han registrado más de 10 millones de ucranianos han tenido que huir de sus hogares, de estos, según datos de la ACNUR 6.5 millones de ucranianos son desplazados dentro de su país, en tanto 3.5 millones han logrado cruzar las fronteras”.

“¡Todo esto es inhumano! Aún más, ¡es también sacrílego, porque va contra la sacralidad de la vida humana, sobre todo contra la vida humana indefensa, que ha de ser respetada y protegida, no eliminada, y que está por encima de cualquier estrategia! No lo olvidemos: ¡es una crueldad inhumana y sacrílega! Oremos en silencio por todos los que sufren”, clamó el Papa Francisco en su mensaje dominical.

Señaló, que le consuela saber que a la población que se ha quedado bajo las bombas, no le falta la cercanía de los pastores, que en estos días trágicos están viviendo el Evangelio de la caridad y de la fraternidad.

“Estos días he hablado por teléfono con algunos de ellos: ¡qué cerca están del pueblo de Dios! ¡Gracias, queridos hermanos, queridas hermanas, por este testimonio y por la ayuda concreta que estáis ofreciendo con valentía a tanta gente desesperada!”, agradeció.

Y resaltó la actitud del recientemente nombrado Nuncio Apostólico, Mons. Visvaldas Kulbokas, quien desde el inicio de la guerra se quedo en Kiev junto con sus colaboradores, “y que con su presencia cada día me hace estar cerca del martirizado pueblo ucranio”.

“Permanezcamos junto este pueblo, abracémoslo con afecto, con el compromiso concreto y con la oración. Y, por favor, ¡no nos acostumbremos a la guerra y a la violencia! No nos cansemos de acoger con generosidad, como ya se está haciendo: no solo ahora, en la emergencia, sino también en las semanas y los meses que vendrán”, suplicó el Papa Francisco.

Y explicó que muchas veces en el primer momento “todos nos esforzamos por acoger”, sin embargo, la costumbre “nos enfría un poco el corazón” y pidió proteger a todos los que está sufriendo las consecuencias de la guerra, pero sobre todos las mujeres y niños, que, con el tiempo, sin trabajo, separadas de sus maridos, serán asediadas por los “buitres” de la sociedad.

“Invito a todas las comunidades y a todos los fieles a que se unan a mí el viernes 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación, en un solemne Acto de consagración de la humanidad, especialmente de Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María, para que ella, la Reina de la Paz, obtenga la paz para el mundo”, pidió.