Guadalajara, Jalisco. - Desde el primer día que Rusia declaró “operaciones militares” en Ucrania, el 24 de febrero, en muchas partes del país atacado explotó una “catástrofe humanitaria”, que ha dejado a muchos ucranianos sin casa, la gente vive en los sótanos, sin luz, sin servicios básicos, aseguró el padre Dimitrio Kiyashko.

El sacerdote de origen ucraniano, señaló, como ejemplo de lo que se está viviendo en su país, que el pasado 6 de marzo el aeropuerto Vínnytsia, a 200 km al suroeste de Kiev, fue totalmente destruido después del ataque ruso con bombas.

“Mi familia vive ahí, cerca del aeropuerto, y yo la llamé, y nadie me responde, y me duele mucho, me duele mucho, mi prima con su hijo de 2 años 8 meses y su hijo que le dice: mamá vamos a casa, mamá yo quiero jugar con papá, ¿porque nosotros no estamos en nuestra casa? ¿Por qué un niño de 2 años tiene que sufrir?”, cuestionó.

En el marco de los testimonios se sacerdotes en el programa “Los Testigos de la Noche México” que organiza la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN México, en coordinación con Misión Rescate México y Consejo Civil Ciudadano Jalisco, que se realizó en la Ciudad de Guadalajara, en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús.

También participaron los padres de El Congo Dieudonne Rizinde y de Haití, Pénes Célestín, quienes dieron su testimonio sobre lo que ocurre en cada uno de sus países, así como las dificultades y persecución que están padeciendo como iglesia. Testimonio “con los cristianos perseguidos y necesitados”.

El padre Dimitrio Kiyashko, actualmente se encuentra en Ibiza, una isla española en el mediterráneo, desde donde está apoyando a sus compatriotas, desde ahí en la comunidad a la que sirve reunió, durante 3 días la gente entregó un camión lleno de ayuda, con ropa, alimentos, medicina y donativos.

“Ahora en mi casa de Ibiza, vive mi prima con su hijo de 2 años y 8 meses, llegando con una mochila, sin nada. Ahora en todas partes del mundo pedimos ayuda a toda la gente y también, saben, tengo padre en mi diócesis, en Ibiza, mi obispo es como mi padre”, expresó el sacerdote.

Kiyashko, es sacerdote que pertenece a la Iglesia Ucraniana Greco Católica, que tiene rito oriental, cuenta con 24 iglesias con su propia misa, con sus ornamentos, en comunión con el Papa Francisco y la Iglesia universal, esta iglesia está presente en todas partes del mundo, “porque los ucranianos somos también, un pueblo migrante”.

“En mi tierra tenemos guerra. Una guerra sin sentido, una guerra donde muere muchísima gente., en una ciudad, solamente en una ciudad, no es muy grande, más de 2 mil muertos, civiles, no soldados, no militares, sino civiles”, lamentó Kiyashko.

“Nosotros no atacamos Rusia, o algún pueblo de Rusia, o al pueblo de Rusia que vive en Ucrania, ellos no tienen opresión, nada, pero Rusia ataca mi tierra, mi país, por nada, sin sentido, somos un pueblo pacífico, somos un pueblo de paz, somos un pueblo de fe, y no buscamos guerra o conflictos”.

Y aseguró que “claramente” los ucranianos nunca, “no queremos guerra, queremos vivir en un país independiente; y ahora, no es solo una guerra contra Ucrania, es una guerra contra el mundo democrático; es una guerra contra nuestra propia cultura, contra nuestra tradición, idioma y fe. Ahora mi tierra está llena de sangre, sangre de civiles”, señaló el sacerdote de 35 años de edad.

Dijo que estos días de catástrofe han sentido a los verdaderos hermanos en todas partes del mundo, y ejemplificó que su vecino, “el pueblo de Polonia es nuestro hermano”, porque en los primeros 17 días de guerra se han registrado más de 2 millones de personas refugiadas, y un millón 200 mil personas viven ahora en Polonia.

“Ahora también, nuestros hombres de 18 a 67 años no pueden salir de Ucrania; los refugiados son mujeres con niños. Por 17 días, hay más de 4 millones de desplazados dentro de Ucrania, que no tienen nada, y ahora mucha gente viene a España, porque mi misión ahora los últimos 6 años es en España, 5 y medio años en Valencia y ahora estoy en Isla de Ibiza”, explicó.

Finalmente, el purpurado pidió muchas oraciones del pueblo cristiano, “ahora nuestra arma es estar unidos, somos la misma iglesia, no importa dónde estamos, en Ucrania o en México, estamos unidos en oración, y ahora nuestra arma es el rosario por la paz, por la paz en Ucrania, por la paz en el mundo, y también quiero pedir su oración por Rusia, es también ahora muy importante”.