Tampico, Tamaulipas. - Con la aplicación de protocolos sanitarios que impone la pandemia del Coronavirus, en los templos católicos fue impuesta la ceniza en el inicio de la Cuaresma, encabezando la ceremonia litúrgica en la Iglesia Catedral de Tampico el obispo de la Diócesis José Armando Álvarez Cano, acompañado de párrocos y sacerdotes. 

En las bancas del templo ubicado en el Centro Histórico hubo la correspondiente separación, luego que el recinto religioso sólo puede estar ocupado hasta un 75 por ciento de su capacidad.

Incluso durante la ceremonia religiosa un coordinador de seguridad interno de la Diócesis de Tampico limitó la labor de los informadores al señalarles sólo los espacios donde podían tomar fotografías y videos, además de la realización de transmisión en redes sociales.

Monseñor Álvarez Cano hizo un llamado a todos los católicos de la zona sur de Tamaulipas en este arranque de la Cuaresma en ser solitarios con los demás, de dar apoyos y ayudas a quien le nace.

"Estamos iniciando un tiempo muy importante en el ciclo litúrgico y la vida cristiana, por un lado damos gracias a Dios porque estamos iniciando una etapa presencial, las escuelas han regresado y los niños con su alegría llenan nuestras calles, las personas mayores empiezan a regresar a la iglesia y nuestras familias empiezan a estar en paz", precisó. 

Completó:

"Por eso le damos gracias a Dios, porque poco a poco vamos dando paso a esta pandemia, pero no debemos de olvidar las lecciones que ellos nos ha dejado, cuidar nuestra vida, cuidar nuestra familia, permanecer siempre alerta ante las enfermedades; estamos iniciando este tiempo con un lema que el papa nos ha puesto para esta Cuaresma 'no se cansen de hacer el bien', qué frase tan hermosa puede permanecer en nuestro corazón en estos días, no nos cansemos de hacer el bien a los demás".

En la homilía reiteró sus preocupaciones por la escalada de violencia que ahora se registra no sólo en el mundo sino en México, es así que pidió orar por la paz y el cese de la guerra.

oal