Matamoros, Tamaulipas. - Mientras que algunas personas por tener una incapacidad menor, prefieren pedir dinero en los cruceros en las zonas más concurridas de la ciudad, Sarahí pone el ejemplo que, pese a toda adversidad, se puede trabajar y salir adelante por si sola.

Postrada en una silla de ruedas a consecuencia de una parálisis cerebral, Sarahí Hernández Prado de 30 años de edad, desde hace 15 se ha dedicado a vender chicles y de esta manera ha podido salir adelante económicamente.

“Yo me dedico a vender chicles y hago algunas pulseras que vendo en 15 o 20 pesos”, dijo entre su vocabulario un poco cortado al tener dificultades al hablar por el problema de salud que tiene Sarahí.

Comentó:

“Venir al centro es mi lucha de cada día, vendo mis productos y aprendí a vivir así, tengo que salir todos los días a ganarme dinero para poder comer”.

En su silla de ruedas, se le puede observar en algunas partes del centro de la ciudad, todo con el objetivo de tener algo que comer.

Sarahí dijo vivir en la colonia del Valle, desde donde sale por la mañana con diferentes destinos en la ciudad, desde la zona centro o en los comercios, en las afueras de los mismos se le puede observar vendiendo chicles y algunos clientes que ya tiene les ofrece sus pulseras que les encargan para poderse sostener económicamente.

Pese a estar postrada en una silla de ruedas, tener dificultad para hablar y mover su cuerpo, esto no es obstáculo para Sarahí que a diario sale a trabajar a ganarse el pan de cada día, viajando por cada una de las calles de Matamoros.