Washington, D. C. (Agencia Informativa de México).- Estado Unidos de América dio por concluido las trabajos militares y de apoyo en la capital de Afganistán y trasladara sus operaciones a la ciudad de Doha en Qatar, informó el secretario del Departamento de Estado norteamericano, Antony Blinken.

“A partir de hoy, hemos suspendido nuestra presencia diplomática en Kabul y hemos transferido nuestras operaciones a Doha, Qatar, que pronto se notificará formalmente al Congreso. Dado el entorno de seguridad incierto y la situación política en Afganistán”, señaló el Secretario de Estado, en rueda de prensa este lunes.

Y agregó que este es un “paso prudente” y aprovecho para agradecer al encargado de negocios en Kabul, el embajador en Afganistán, Ross Wilson, por haber realizado “un trabajo excepcional y valiente durante un momento sumamente desafiante”.

Por su parte el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, agradeció a todos los involucrados en la evacuación de las personas que querían salir de Afganistán quienes lo han hecho “con un coraje, profesionalismo y determinación incomparables. Ahora, nuestra presencia militar de 20 años en Afganistán ha terminado”.

Y adelantó que mañana enviara un menaje a los estadounidenses sobre la decisión de no extender la presencia en Afganistán más allá del 31 de agosto, “por ahora, informaré que fue la recomendación unánime del Estado Mayor Conjunto y de todos nuestros comandantes en el terreno terminar nuestra misión de transporte aéreo según lo planeado”.

“Su opinión era que poner fin a nuestra misión militar era la mejor manera de proteger las vidas de nuestras tropas y asegurar las perspectivas de partida de civiles para aquellos que quieren salir de Afganistán en las próximas semanas y meses”, especificó.

Antony Blinken explicó que desde hace 18 días, Estados Unidos y los países aliados comenzaron la operación de evacuación y reubicación en Kabul, acción que se da por concluida este lunes.

Informó que fueron más de 123 mil personas que evacuaron de Afganistán sin peligro, entre las que se encuentran 6 mil ciudadanos estadounidenses, y calificó la acción como “una empresa militar, diplomática y humanitaria masiva, una de las más difíciles en la historia de nuestra nación”.

“Los miembros del servicio estadounidense en Kabul hicieron un trabajo heroico para asegurar el aeropuerto, proteger a civiles de muchas nacionalidades, incluidas decenas de miles de afganos, y sacarlos por aire. También están brindando un apoyo vital en este momento, cuidando a los afganos en bases militares en Europa, Medio Oriente y aquí en los Estados Unidos”, resaltó Antony Blinken.

Señaló que los vuelos militares estadounidenses han terminado y sus tropas han partido de Afganistán, y agregó que está iniciando “un nuevo capítulo” del compromiso de Estados Unidos con Afganistán, donde “lideraremos con nuestra diplomacia. La misión militar ha terminado. Ha comenzado una nueva misión diplomática”.

Desde Doha, explicó gestionaran la diplomacia con Afganistán, dirigida por con Ian McCary, quien fue subjefe de misión en ese país, y ahora trabajará con aliados, socios y partes interesadas regionales e internacionales y coordinar su compromiso y mensajes a los talibanes.

Dentro de los nuevos planes de los norteamericanos esta la exigencia a los talibanes para que cumplan su promesa de permitir que la gente salga libremente de Afganistán.

“Lo han dicho en privado y en público muchas veces. El viernes, un alto funcionario del Talibán lo dijo nuevamente en televisión y radio, y cito: “Cualquier afgano puede abandonar el país, incluidos los que trabajan para los estadounidenses, si lo desea y por cualquier motivo”, finaliza la cita, subrayó el funcionario estadounidense.

Antony Blinken, también señaló que los talibanes se han comprometido a evitar que los grupos terroristas utilicen Afganistán como base para operaciones externas que podrían amenazar a Estados Unidos o nuestros aliados, incluidos al-Qaida y el enemigo jurado de los talibanes, ISIS-K.

“También aquí los haremos responsables de ese compromiso. Pero, aunque tenemos expectativas de los talibanes, eso no significa que dependamos de los talibanes. Permaneceremos atentos para monitorear las amenazas nosotros mismos”, advirtió.

“Y mantendremos sólidas capacidades antiterroristas en la región para neutralizar esas amenazas, si es necesario, como demostramos en los últimos días al atacar a los facilitadores de ISIS y las amenazas inminentes en Afganistán, y como lo hacemos en lugares alrededor del mundo donde no lo hacemos. tener fuerzas militares sobre el terreno”.

Y finalmente reflexionó sobre los 20 años de guerra en Afganistán donde “debemos aprender sus lecciones y permitir que esas lecciones den forma a nuestra forma de pensar sobre cuestiones fundamentales de seguridad nacional y política exterior”.