Todavía hasta el día de ayer estuve leyendo uno de los últimos capítulos del libro Manual de diseño editorial, de Jorge de Buen Unna. Lo que voy a hacer a continuación es tratar de recordar algunas lecturas que ya leí de ese manual (el cual, por cierto, lo he estado leyendo con mucho interés); pero quiero aclarar antes que lo que aquí escriba lo pienso confirmar regresando a las páginas en donde se encuentra dicha información, de tal manera que este ejercicio me servirá para saber si voy aprendiendo o si hay que repasar otra vez.

De mi parte estoy en la mejor disposición para compartir estos apuntes con ustedes.

Mi inicio en la configuración de los márgenes

La medida de los márgenes es un detalle muy importante que se tiene que tomar en cuenta a la hora de decidirse a trabajar un texto, o a la hora de pensar en un libro. En este caso me voy a referir en todo momento al libro, y no a una revista o periódico.

En los primeros ejercicios sobre proyectos editoriales que imprimí, los márgenes para un formato en media carta los configuré de acuerdo con lo que me sugirió la encargada de una imprenta, pues guiándome más por el impulso de aprender a base de prueba y error, que el interés de obtener un conocimiento sistemático en ese momento, pues así lo hice.

La encargada de la imprenta me indicó que configurara a 2 centímetros cada uno de los cuatro márgenes de la página: margen superior, margen inferior, margen izquierdo y margen derecho.

Haciendo caso a las sugerencias de la encargada de la imprenta, posteriormente configuré las medidas dejando al margen derecho 1.5 cm y los tres restantes a 2 cm.

Lo anterior lo expongo como un antecedente de lo que voy a hablar a continuación.

Con mínimos conocimientos sobre diseño editorial

Ahora es diferente porque ya cuento con mínimos conocimientos sobre edición editorial, de tal manera que no es lo mismo hacer configuraciones de página por ocurrencias que por una razón objetiva y sistemática.

Veamos.

El margen inferior debe ser el doble del margen superior y el margen derecho debe ser el doble que el izquierdo. Por ejemplo, si pretendo configurar el margen superior a 2 cm, luego el inferior debe ser de 4 cm; lo mismo debe hacerse con el margen derecho. Si le pongo al margen izquierdo 1 cm, el derecho deberá ser de 2 cm.

La razón atiende a que al momento de agarrar un libro para leerlo, a este lo sujetamos de la parte inferior (margen inferior), así como de la orilla (margen derecho). Si los márgenes tienen el suficiente espacio, los dedos no obstruirán parte de la tipografía.

Títulos, subtítulos y cuerpo del texto

Por otro lado, los títulos, subtítulos y el cuerpo del texto pueden trabajarse con la misma fuente o tipo de letra, aunque también habrá quienes prefieran usar más de una fuente. El caso está en que el título, por su jerarquía en la página, puede escribirse en versales o mayúsculas, puede ir en negritas, incluso con un tamaño más grande que el resto del cuerpo.

En caso de que el título sea extenso y rebase una línea, se deberá escribir con minúsculas, por supuesto, la primera palabra escrita con inicial mayúscula.

En el caso de los subtítulos, pueden ir en negritas o en cursivas, incluso en versalitas. Se deberá dejar dos líneas en blanco antes de cada subtítulo y una línea después.

Sangría

En la cuestión de los párrafos es importante destacar que la sangría para la primera línea deberá sangrase siempre y cuando no se deje un espacio en blanco o una línea después de cada párrafo; y en caso de que no se sangre la primera línea, entonces se podrá dejar un espacio en blanco o una línea, pues la función de la sangría es hacer notar que hay un párrafo nuevo; la misma idea es si se deja un espacio en blanco después de cada párrafo. De ponerse sangría y aparte dejar una línea o espacio en blanco, puede ser redundante.

Pensé en hablar de varias cosas, solo que por cuestión de brevedad es preferible dejar mi comentario hasta aquí, aunque me hubiera gustado poder continuar con más explicaciones ya que hay muchos temas de qué hablar sobre el valioso contenido del libro de Jorge de Buen Unna, pero también es bueno comentar que no todo lo he podido entender a la perfección, porque hay conceptos o palabras que no me son fáciles de retener o que pueda llegar a comprender en las primeras lecturas. Lo importante es seguir leyendo, pero sobre todo: continuar practicando.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.