Pachuca de Soto, Hidalgo. - Cientos de habitantes de la comunidad de Xuchitlán de San Salvador, Hidalgo despidieron a Leobardo Hernández Regino y llevaron su ataúd en el lugar exacto donde recibió el proyectil con la bomba de gas lacrimógeno, justo frente a la sede el del gobierno del estado.

En un comunicado el gobierno del estado expresó;

“este infortunado hecho ha obligado al gobierno estatal a reenfocar la acción policial, misma que garantice el resguardo irrestricto de los derechos humanos y, con ello, evitar hechos lamentables como el que vivió la sociedad hidalguense. Como parte del compromiso gubernamental tanto con familiares y con la sociedad, continuarán los trabajos institucionales para reparar el daño a víctima conforme lo establece el marco legal”.

Con sus padres al frente, la caravana que acompañó a Leobardo caminó hacia la calle de Pino Suárez y colocó el féretro en el lugar señalado en donde guardaron un minuto de silencio, exigieron justicia por su asesinato a manos de un elemento de la policía estatal y cantaron en su lengua materna hñahñu el Himno Nacional, al tiempo que lanzaban consignas contra el gobierno del estadio.

Antes de partir hacia su comunidad, hicieron una manifestación similar en los juzgados penales, donde exigieron todo el peso de la ley y una real justicia para encarcelar al policía responsable. Por su parte la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo, informó que luego de la notificación que recibió sobre el deceso del Leobardo, en calidad de agraviado, el Ministerio Público reclasificó el delito, en contra del policía estatal A. B. R., por homicidio culposo.

El elemento policiaco está vinculado a proceso y con las medidas cautelares impuestas por la autoridad judicial, con dispositivo electrónico, tiene prohibido salir del país, debe presentarse cada mes en la Unidad de Medidas Cautelares, es vigilado, además que tiene prohibido acudir al centro de trabajo, visitar a sus compañeros en sus domicilios particulares y mantiene una suspensión temporal del cargo.

Contrario a lo que expresaron los familiares, de haber logrado visitar a su familiar y conocer su estado de salud real, las autoridades del Hospital General, informaron que se le practicaron dos cirugías necesarias de las cuales salió bien; “pero desgraciadamente, presentó deterioro de condiciones generales, hasta presentar paro cardiorrespiratorio, el cual ya no fue posible revertir”. El Hospital General de Pachuca brindó informes médicos a los padres del ahora finado, cada 12 horas, o en caso de eventualidad.

Se dio puntual seguimiento a la evolución del paciente desde su ingreso, durante su estancia y en los procedimientos quirúrgicos y se proporcionó todas las facilidades a los familiares directos, a efecto de que pudieran estar pendientes de él, las 24 horas del día, ofertándole a la familia alimentación y hospedaje.