Monterrey, NL. - A fin de evitar un mayor rezago educativo y la pérdida de competitividad con el resto del país, la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI) urgió a autoridades de Nuevo León a fijar para agosto próximo el regreso a clases presenciales en nivel básico. 

El organismo empresarial citó que de acuerdo a información de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hasta el momento estados como Chihuahua, Jalisco, Oaxaca, Baja California Sur, Guerrero, Michoacán, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tlaxcala, Tabasco y Yucatán ya anunciaron que regresarán a clases presenciales en agosto. 

En contraste, agregó, en Nuevo León se le ha dado prioridad a la reapertura de antros, restaurantes, cines, estadios, centros comerciales, salones de fiesta, gimnasios, se privilegia el entretenimiento y no el conocimiento y el aprendizaje de los niños. 

Dentro de este contexto, subrayó, la ANEI se solidariza con las agrupaciones de padres de familia que exigen a las autoridades estatales el regreso a clases presenciales de educación básica en Nuevo León y lamenta que en la entidad no hay un plan concreto para el regreso a las aulas. 

Entre los elementos que la ANEI considera se deben de tomar en cuenta para un regreso a clases seguro, se encuentran el avance en la vacunación contra el Covid-19 en Nuevo León, que ha inmunizado a una parte importante de la comunidad, a personal de salud, a los maestros y a trabajadores de empresas. 

Otro de los elementos importantes a considerar es que los padres y los alumnos están conscientes de que se deben de respetar todos los protocolos de sanidad en las escuelas, el uso de cubrebocas, mascarillas de protección y gel antibacterial.  

Adicionalmente deben las autoridades considerar que la sociedad ha manifestado su deseo de cooperar para limpiar y acondicionar escuelas y las empresas socios de la ANEI están dispuestas en colaborar con maestros, padres y madres de familia en el proceso de reapertura de las clases presenciales en la educación básica.  

La ANEI subrayó que el cierre de escuelas ha generado un grave rezago educativo y la suspensión de clases presenciales también ha impactado en la economía con una caída de la productividad y competitividad de las empresas que se han visto forzadas al “home office” de sus empleados y empleadas para atender por un lado el trabajo remoto y a la vez monitorear la educación virtual de sus hijos. 

Esto conllevó una afectación en los niveles de socialización de los alumnos de educación básica, la suspensión de clases presenciales también ha impactado negativamente a miles de mujeres trabajadoras de Nuevo León que han tenido que dividir su tiempo entre ser mamás, maestras y además cumplir con sus deberes laborales, concluyó.