Tampico, Tamaulipas.- La región de Tampico está considerada como una de las nueve zonas más contaminadas del país, debido a la operación de la Refinería "Francisco I. Madero", pues las emisiones contaminantes tienen su base en que de las 25 plantas que funcionan en el recinto refinador sólo una tiene tecnología de recuperación de gases y residuos, en tanto que el resto las expulsan al ambiente sin ningún tipo de control ni sanción por parte de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), así lo manifestó el director de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente y Ecológico (Ambientam), Miguel Ángel Verástegui Cavazos.

El ambientalista aseguró que todas las plantas que operan en la Refinería Madero son de un diseño muy antiguo, y no están adaptadas a las nuevas tecnologías de protección al medio ambiente, lo que genera que a todas horas y sin control alguno se puedan observar humaredas que emergen del interior de la Refinería de Petróleos Mexicanos, una situación que se puede considerar como grave para la sociedad que vive el Tampico, Ciudad Madero, Altamira, González, Aldama, Ozuluama, Tamuín y Pánuco.

Pero lo más grave de todo esto, advirtió, es que el organismo denominado Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente  (ASEA) no actúa, y peor aún no hay ninguna estación de monitoreo ambiental que mida exactamente qué partículas, qué gases y qué productos irritantes se expulsan desde la Refinería Madero al ambiente.

"Todas las plantas son de diseño muy viejo, excepto una sola, la planta U-900, la reformadora de naftas, que tiene un diseño de operación de proceso en el cual recupera los residuos y no hay mucho contaminante, ahorita yo creo que ya no está funcionando al 100 (por ciento) la operación que se le llama 'Revamp', esa recuperación de residuos peligrosos, de contaminantes en este caso, muy benéfico, pero ninguna de las 25 plantas restantes lo tiene, porque son diseños antiguos", precisó. 

"Ese tipo de plantas no contemplan ningún diseño de recuperación de contaminantes, así de drástico está el asunto, ¿qué quiere decir?, o sea que es inmisericorde la manera en que ni siquiera hay mediciones exactas de la contaminación que se está haciendo", completó.

En este mismo contexto, el director de Ambientam, Verástegui Cavazos, insistió que ahora con la llamada 'rehabilitación' de la Refinería "Francisco I. Madero" se debió observar estas deficiencias, donde la mayoría de las plantas no pueden recuperar sus emisiones, en tanto que operan en un 60 a 70 por ciento de su capacidad, que es claro que es benéfico reactivarlas, pero sin respetar el medioambiente, como ocurre con los quemadores del centro refinador que "son viejos, no queman la totalidad de los gases y son pequeños en relación a la capacidad de lo que reciben de las plantas", citó.

Con todo esto, al no ser medidas las emisiones contaminantes al aire, y donde la ASEA no se aplica en las verificaciones en dicho centro refinador, el resultado es grave para los habitantes de la región de Tampico que sufrirán las consecuencias de las operaciones de más de 20 plantas antiguas de la Refinería "Francisco I. Madero", desconociéndose qué respiramos y qué acciones se harán para detener toda esta problemática contaminante, lo que está contenido para verificación en la norma oficial mexicana NOM-085-Semarnat-2011. 

APM