Washington. - A lo largo de la próxima década, será necesario recortar las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero entre 25 a 50 por ciento para alcanzar la meta del Acuerdo de París de 2015 que apunta a contener el calentamiento atmosférico en 1.5 y 2 grados centígrados, planteo el FMI. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que Estados Unidos pretende colaborar y su plan climático lo compromete a alcanzar la neutralidad del carbono para 2050, con una meta de emisiones en 2030 que se anunciará en el futuro próximo.

Resaltó que el plan es un excelente comienzo. 

El plan contempla normas sobre emisiones energéticas más estrictas, subsidios a las tecnologías limpias y un financiamiento público de 2 millones de millones de dólares a lo largo de 10 años para infraestructura energética limpia y tecnologías críticas, como el hidrógeno verde. 

El plan de Estados Unidos, expresó, busca promover una mitigación más ambiciosa entre los grandes países emisores. 

Manifestó que la cooperación internacional puede ayudar disipando las inquietudes en torno a los efectos en la competitividad y la posibilidad de que los países renieguen de sus compromisos sobre mitigación. 

Un mecanismo prometedor para complementar los compromisos de los países en el marco del Acuerdo de París sería un mínimo internacional acordado entre los grandes países emisores y aplicado al precio de las emisiones de carbono, añadió. 

Ese mínimo, acoto, podría estar calculado equitativamente, con requisitos más estrictos para las economías avanzadas, asistencia para las economías de bajo ingreso, o ambas medidas.

También se podría aplicar con flexibilidad para permitir la implementación de otros métodos con un impacto equivalente en las emisiones si la tarificación resulta difícil, añadió.

Expresó que el plan climático también propone un mecanismo de ajuste en frontera por emisiones de carbono. 

El FMI comentó que ciertos bienes que requieren emisiones de carbono intensivas y que se importan de países sin una tarificación del carbono parecida a la de Estados Unidos tendrían que pagar un recargo para compensar la diferencia. 

Por el contrario, abundo, un producto fabricado en Estados Unidos y exportado a ese país podría beneficiarse de un reintegro equivalente al cargo asociado a su huella de carbono.

La Unión Europea ha adoptado este mecanismo y otros países lo están estudiando, dijo. 

Manifestó que si Estados Unidos aplicara tarifas a las emisiones de carbono, el ajuste en frontera por emisiones de carbono podría proteger la competitividad de los productores nacionales de acero, aluminio y otros productos que consumen mucha energía, al menos hasta que los países coordinaran la tarificación