Monterrey, NL. - Los abusos en derechos laborales y los compromisos ambientales son focos rojos en México que observará muy de cerca la administración del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Así lo advirtió  Lila Abed, analista de asuntos internacionales y colaboradora del la campaña del presidente electo Joe Biden, al impartir una conferencia ante directivos de  La Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI).

Sostuvo que la relación bilateral entre el nuevo gobierno de Estados Unidos y México estará marcada por señalamientos muy puntuales en temas laborales y ambientales dentro del marco regulatorio del nuevo T-MEC.

“Los abusos en derechos laborales y los compromisos ambientales son focos rojos en México que seguramente van a ser observados muy de cerca  por la próxima administración de Estados Unidos “, sentenció. 

Resaltó  que “en temas comerciales, que tiene que ver con el T-MEC creo que se van a dar señalamientos muy puntuales, en temas que tienen que ver con los derechos laborales y en los compromisos ambientales “.

Estos temas, expuso,   ya vienen plasmados en el marco regulatorio del mismo tratado de libre comercio.

En el marco regulatorio jurídico del T-MEC se establecen claramente las sanciones para ese tipo de violaciones y los paneles de respuesta rápida para desahogar las demandas laborales, añadió. 

Mencionó que en la agenda ambiental, Biden ha impulsado temas de energías renovables.

“Uno de sus primeros compromisos es que Estados Unidos regrese al Acuerdo de París, así como impulsar una infraestructura de energía completamente opuesta de Trump en ese rubro “, indicó. 

Destacó que “ otra muy mala señal que ha enviado el Gobierno Mexicano,  es la violación a los contratos que habían realizado empresas en materia energética como resultado de la reforma emprendida en México.

“Y esto manda una muy mala señal de que no se están respetando, y esto también ha afectado la inversión extranjera directa en México “, enfatizó.

Alertó que “ no hay esa certidumbre para los inversionistas para venir a México e inyectar capital, mucha de la inversión extranjera  (en 2020) fue resultado de expansiones de empresas ya instaladas en México, pero no de nuevos proyectos”.