Monterrey, Nuevo León. - La economía en coma y el imparable desempleo, generados por la pandemia, están provocando este lunes un muy desairado arranque del Buen Fin en el sector comercial regiomontano.

En esta décima edición, a diferencia de los años anteriores, las cadenas minoristas y mayoristas lucen con una muy escasa llegada de compradores, y en otro tipo de negocios los consumidores son mínimos.

Como ya es tradición, las tiendas de Sams y WalMart sacaron a lucir sus mejores ofertas en lo referente a tecnología y enseres para el hogar con promociones de meses sin intereses, nada nuevo en el mercado.

Los pasillos de la mayorista Sams lucían con el tráfico normal de un lunes cualquiera, en donde la gente llegaba y les echaba un vistazo a los folletos, seguía su recorrido y salía con algunos productos.

Las pantallas tipo Smart Tv continuaron siendo las estrellas del momento, en marcas como Sony, Samsung y LG, con la estrategia del “Fin Irresistible", pero ahora no hubo las compras de locura como en ediciones pasadas.

También los refrigeradores, telefonía celular, muebles para el hogar y los videojuegos eran de los artículos más consultados, pero los clientes procedían con cautela y consultaban una y otra vez los folletos.

Durante un recorrido por las tiendas WalMart, las cajas lucían prácticamente vacías, muy pocas personas en los pasillos, y uno que otro salía con pantallas de tv medianas y grandes.

Otras cadenas comerciales minoristas como Soriana, HEB y S-Mart exhibieron una pobre afluencia en las primeras horas de este día y las expectativas no parecen positivas hacia el resto de la jornada. 

En Plaza Comercial Morelos, ubicada en el corazón de esta capital, algunos comercios tuvieron largas filas de potenciales compradores, y esto se debió a las medidas sanitarias ordenadas por autoridades de salud.

La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Nuevo León había estimado una derrama económica de 11 mil 517 millones de pesos para esta temporada del Buen Fin, que se extenderá hasta el 20 de noviembre.

El organismo privado admitió que “el ingreso de las familias ha sido impactado por la pandemia".

El INEGI reveló que, en el segundo trimestre, Nuevo León sufrió una contracción anual en el total de su economía de 22 por ciento, en medio de un desastroso golpe de Covid-19 en todos los sectores productivos.