Los liderazgos de hoy deben ser como los elefantes
Desde hace 15 años he tenido el privilegio y oportunidad de guiar exitosamente a mujeres y hombres que aspiran a ocupar un cargo de elección popular, guiándolos en las estrategias básicas para su posicionamiento en el menor tiempo posible y con el mínimo recurso aplicable.
Deben conocer las características del lugar que desean representar, así como 5 ejes del conocimiento que les permitirán analizar, comprender y aplicar cada estrategia:
Asimismo identificar el contexto social, político, económico y administrativo que prevalece junto con la historia.
Una candidatura representa el compromiso de comunicar ideas y propuestas para solucionar necesidades y demandas sociales. Escuchar con atención antes de hablar, durante su recorrido territorial.
Decidir ser o no ser candidateable obliga a conocer la percepción sobre su imagen pública y privada entre la población. Así como no engañarse a si mismos, creyendo en “el canto de las sirenas”, provocado por una ambición desmedida de personas que se acercan para sacar provecho económico o político.
Hay que estar conscientes de que la democracia en México se transformó por la participación ciudadana, impulsando cambios en la forma para obtener triunfos electorales.
Durante mucho tiempo el dinero se convirtió en la parte medular del proceso electoral. Con la compra de votos, conciencias y lealtades se lograba cambiar el rumbo de una elección.Con la inmensa ola de Morena en las elecciones de 2018, los representantes populares no eran conocidos y mucho menos tenían recursos económicos para sostener una campaña electoral, sin embargo obtuvieron un triunfo arrollador por la imagen y presencia de Andrés Manuel López Obrador.
Ahora el ganar una candidatura, la exigencia es estar mejor preparados, conocer las necesidades de la sociedad, identificar las fortalezas y debilidades para tomar las mejores decisiones.
Es dar la palabra y comprometerse para impulsar un cambio social por el bien de la comunidad.
Ya inició el proceso electoral 2021 y los partidos políticos comienzan a definir los perfiles de sus futuras candidatas y candidatos, comienza la auscultación y con ello los acercamientos para la negociación y en algunos partidos en especial, hasta la venta de las candidaturas.
Todas y todos los aspirantes a candidaturas están obligados a prepararse, a conocer y saber el nuevo contexto histórico que estamos viviendo.
No pueden improvisar, no deben improvisar. El hecho de que la Constitución Política de nuestro país solo pide como requisito saber leer y escribir, no debe ser el pretexto para que los partidos postulen personas que no tienen la mínima preparación.
Por el contrario deben enfocarse a buscar los mejores posicionados, conocidos y reconocidos en todos los aspectos y sobre todo con la capacidad suficiente para emprender el cargo al que aspira con absoluta integridad y ética, con conocimiento, eficiencia y eficacia.
Cuando encuentran a las mejores propuestas, su deber es capacitarles con mucho empeño y de forma permanente, para evitar que se equivoquen.Es decir, capacitar para ganar.Si bien no se pide que tengan doctorados o maestrías, mínimo deben poseer una preparación suficiente que les permita ampliar su visión sobre el contexto que enfrentarán.
Ya lo sentenció Benito Juárez, el Benemérito de las Américas: “No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala”.
Tener un cargo de elección popular es un gran honor, el cual debe honrarse con la congruencia de su pensamiento, emoción, palabra y acción.
Ser político no significa que tengan que hacer de la perversidad su forma de conducta cotidiana. Como si le hubieran aprendido al Cardenal Mazarino en su “Brevario de los Políticos” donde muestra la forma más vil en la que puede comportarse una persona de la política para aprovecharse de las debilidades de sus amigos y enemigos.
Esa es la gran diferencia entre quienes se han llegado a considerar políticos “profesionales” y los que apenas comienzan como ciudadanas y ciudadanos qué saben que al terminar su cargo continuarán su labor social y profesional como siempre lo han realizado.
México reclama servidores públicos y representantes populares que tengan las características de un elefante:
Una nariz larga para percibir todo aquello que huela a corrupción o peligro; una memoria que le recuerde los compromisos que hace en campaña o los que tiene con su familia; tener un par de colmillos enormes para no dejarse engañar por aquellos que siempre llegan para abusar con un interés oculto; una boca chiquitita para no decir lo que no debe o prometer lo que no va a poder cumplir; una piel gruesa para soportar las traiciones de los amigos o las difamaciones de los enemigos; unas orejas grandes pero muy grandes para escuchar bien al pueblo al que se debe servir; unas patas enormes, tan grandes y pesadas que permanezcan muy pegadas al suelo; que tengan las pezuñas pequeñitas, pequeñitas, para no agarrar lo que no es suyo y sobre todo tener una cola chiquitita, chiquitita para que cuando vaya a pedir el voto no se la quieran pisar por tenerla tan larga con tanta corrupción y mentira.
Así deben ser los políticos de hoy, con profundo amor a la nación, con un verdadero sentido de respeto a la integridad de sí mismos así como de la sociedad.
Los futuros candidatos deben reflexionar sobre algo en especial: Quienes siempre estarán a su lado son su familia. Está demostrado qué quienes ganan una elección inmediatamente son rodeados por muchas personas que le aman y le prometen amor eterno. Pero si llega a perder, todos brillarán por su ausencia y los únicos que se quedarán a su lado son su familia.
Cuando se llega al poder muchas personas lo primero que hacen es olvidar a su familia y cuando se les acaba el poder, solo quedan ellos, la familia.
“El que gana con lo que se debe, gobierna con lo que se tiene y termina con lo que debe”.
@Alberto_Rivera2
Alberto Rivera
Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.
Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.
Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.
Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.
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