Nueva normalidad educativa mexicana provocaría estrés, ansiedad y frustración
Monterrey, Nuevo León.- La adaptación de alumnos, padres y maestros a la nueva normalidad educativa en México podría provocar estrés, ansiedad, frustración y conflictos, advirtió la especialista en inteligencia emocional, Paola Rubio.
También alertó que, de no canalizarse adecuadamente, resultan en violencia física o psicológica, y un obstáculo que limita y contamina el éxito de cada involucrado en el proceso.
“Entre los principales cambios en este nuevo contexto, está el impacto social para los alumnos, que se enfrentan a la falta de socialización, al no escuchar la campana que anuncia el descanso, a renunciar a la cascarita o al cotilleo del recreo”, dijo.
Por otro lado, indicó, las mamás y papás adquieren un rol de “prefectos”, para verificar que los niños estén a tiempo en sus clases, que no se distraigan y, por supuesto, sin dejar de lado el cuidado y atención a sus necesidades alimenticias y de aseo.
Adicionalmente, continuó, asumen el papel de asesores educativos, tratando de entender lo que se explicó en clase para coordinar que los niños hagan las tareas correctamente.
También se convierten en soporte técnico, y con ello asegurar que la televisión esté lista para las clases, checar que el internet funcione, destrabando los programas de videoconferencia por el que se transmiten las clases, corrigiendo audio, video, iluminación y demás detalles técnicos novedosos para millones de padres de familia, señalò.
Mencionó que un tercer factor por considerar es el de los papás y mamás con hijos en edad escolar, que combinan las actividades laborales con supervisión y asesoría de los alumnos.
En el mejor y el menor de los casos la economía de la familia alcanza para que cada miembro tenga una computadora o dispositivo para su uso exclusivo, externó.
Los datos del INEGI, comentó, indican que un 48 por ciento de la población mexicana – 34 millones de personas – no tiene computadora ni acceso a Internet en su casa.
Esto, dijo, ha representado que el 45 por ciento de los estudiantes de educación básica perdieran contacto con el programa educativo, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Refirió que otros participantes de suma importancia en esta dinámica son los profesores, que están enfrentándose a salir del salón de clases, del ámbito del pizarrón, de la interacción que facilita saber quién se está distrayendo, quien está poniendo atención, quien tiene cara de confusión.
Ante un nuevo contexto con diversos desafíos y transformaciones en el estilo de vida, lo más importante es la capacidad de adaptarse, de aprender de los retos y generar soluciones, desde el rol que se desempeñe, subrayó.
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