Campañas electorales y la nueva realidad
Me pregunto cómo serán las campañas electorales para las elecciones concurrentes 2021, haya pasado o no la pandemia.
Primero imaginen el escenario normal: Candidatos, candidatas, dirigentes de partidos políticos encabezando mítines multitudinarios, realizando visitas domiciliarias, desayunos en restaurantes, encuentros con representantes de sectores en salones de lujosos hoteles.
Además de entregar despensas, paquetes de pollos de postura o de engorda, materiales de construcción, dinero en efectivo y todo tipo de dádiva. Y bueno, dando la instrucción de incorporar a la gente a algún programa social.
Todo ello tras obsequiarles gorras, mandiles, bolsas de mandado, sombrillas, tarjetas bancarias “patito”, lapiceros, camisetas, pañoletas y cuanto material utilitario.
Un escenario así, porque desapareció el nuevo y mortal coronavirus, o porque científicos encontraron la vacuna, o porque los gobiernos federales y de las entidades federativas consiguieron equipar con respiradores y personal médico todos los hospitales, o porque al menos se haya reducido la letalidad de virus.
¿Y si no?
Pues el escenario sería distinto. Porque quizá el virus que llegó para quedarse (lo cual es lo más seguro, aun con variaciones en su letalidad).
Entonces, imaginen candidatos, candidatas, dirigentes de partidos políticos, encabezando reuniones de cincuenta o cien personas como máximo en lugares amplísimos para guardar la sana distancia, todos con cubre-bocas; realizando desayunos en espacios abiertos, y en vez de visitas domiciliarias, haciendo recorridos de calles en vehículo, con traje de astronauta y hablando por alta voz.
Los utilitarios serían botecitos de gel antibacterial o sanitizante con la foto del candidato o candidata y el logo del partido o coalición; una despensa para mitigar el hambre por un día, un pase para atención en hospitales Covid-19, un vale por un servicio crematorio, etc.
En fin, pueden imaginar los mejores o peores escenarios. Y ojalá sean los mejores por el bien de México y de sus habitantes.
Ahora imaginen las promesas de campaña, tanto en un escenario “normal” (por virus controlado) como en un escenario de pandemia (como sea, hay estragos y efectos):
¿Qué prometerán candidatos, candidatas y partidos políticos? ¿Más y mejores hospitales, 100% equipados? ¿Descubrir la vacuna contra Covid-19? ¿Encontrar y castigar al creador del virus? ¿Dotación gratuita mensual de paquetes de cubre-bocas y jabón para manos? ¿Mejorar el sueldo del personal médico y de limpieza? ¿Impulsar la creación de crematorios y la ampliación de panteones, con lo cual además se generarían fuentes de empleo?
¿Qué más? ¿Educación en línea? ¿Atención psicológica debido a efectos de la pandemia? ¿Fuentes de empleo a distancia? ¿No robar para que alcance más el presupuesto público? ¿Disminuir impuestos? ¿Incentivos fiscales? ¿Consulta para decidir si los mexicanos quieren refinerías o energías limpias? ¿Internet gratuito porque en lo sucesivo será un medio fundamental para la comunicación? ¿Huertos familiares?
No sé. ¿Cómo qué más podrían prometer en campaña?
¿Y cuál sería el lema de campañas? Mmm…por ejemplo: “Por un país sano”; “Salud ya, patria para todos”; “La salud es primero”, “Muera el coronavirus”, “Por un México limpio y transparente”.
¿Y la denominación de las coaliciones? Quizá: “Unidos contra Covid-19”, “Juntos combatiremos al virus”, “Alianza contra la pandemia”.
En fin, parece de risa lo escrito aquí. Pero en serio, vayamos pensando cómo serán las campañas electorales en el próximo proceso electoral concurrente 2020-2021.
Claro, muchos mexicanos y muchas mexicanas no tienen cabeza para pensar en otra cosa que no sean sus prioridades: Salud, comida y trabajo. Y con justa razón.
Los que sí andan pensando ya cómo diseñar la campaña son aspirantes a cargos de elección popular, en primera elección o en reelección.
Tradicionalmente, las campañas políticas en México han tenido un fuerte componente territorial. Se hacen en la calle, con la gente, saludando de mano, abrazando y mirando a los ojos. Sin embargo, las campañas tradicionales han muerto.
@Alberto_Rivera2
Alberto Rivera
Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.
Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.
Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.
Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.
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