Tampico, Tamaulipas.- El sector pesquero de la entidad necesita recursos económicos frescos para subsistir el embate que les ha provocado la pandemia, es por ello que el Gobierno Estatal está gestionando refaccionamientos ante una financiera, expresó el secretario de Pesca y Acuacultura de Tamaulipas, Antonio Garza De Yta.

Explicó que la realidad económica ha hecho que los recursos a fondo perdido sean parte de la historia, es así que para evitar la caída de esta industria se requieren de incentivos y créditos robustos.

Agregó, por ejemplo, que el Gobierno del Estado está buscando el acercamiento de una financiera con los 183 armadores que operan en la entidad, para que con ello puedan acceder a créditos de por lo menos 300 mil pesos, y que son necesarios para los preparativos antes de la conclusión de la veda de la pesca del camarón. 

Indicó que este sector pesquero, únicamente el del camarón, representa un ingreso anual de un mil millones de pesos, lo que habla de la gran importancia de su impacto en otros rubros, aunque reconoció que la pandemia estará provocando un desplome del 85 por ciento en el consumo por el cierre de restaurantes y hoteles.

Incluso el secretario de Pesca y Acuacultura de Tamaulipas, Garza De Yta, se pronunció por incentivar un consumo de pescados y mariscos desde la casa, a fin de aprovechar los beneficios de esta dieta diaria, y no consumirla únicamente en hoteles y restaurantes.

En este contexto, el funcionario  estatal reveló en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente que en el orbe se estima una sangría de 23 mil millones de dólares en pesca ilegal, lo que Tamaulipas busca revertir con la implementación de algunas acciones, entre ellas la vigilancia, pues aquí la afectación es de 300 millones de pesos, en promedio.

Para esto, citó, se requiere que la Federación suscriba un convenio con el Gobierno de Tamaulipas para poder abarcar con un mayor número de inspectores la vigilancia en los sistemas lagunarios, pues apenas tiene asignados tres para todo el Estado. 

En este punto, explicó que el Instituto Nacional de Pesca debe supervisar 420 kilómetros de litoral, 200 mil hectáreas de lagunas costeras y 150 mil hectáreas de aguas interiores, algo que se antoja difícil de abarcar, incluso consideró que la pesca furtiva debería tener sanciones más estrictas y ejemplares, porque pudieran equipararse algunas conductas como un ecocidio.