Tampico, Tamaulipas. - Familiares de la joven mujer Jessica Gabriela, que fue asesinada para extraerle del vientre su bebé, exigieron justicia a casi dos años de cometido el crimen en Tampico, sin que exista aún castigo para sus verdugos. 

La manifestación fue realizada en las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado, ubicadas en la calle Altamira, esquina Alfredo Gochicoa, de la zona centro, encabezada por la madre de la víctima, señora Alma Delia García Hernández.

La abogada de la familia, Adriana Castillo Olivares, expuso que existe una lentitud y bloqueo de las averiguaciones y presentación de pruebas de parte del actual delegado de la FGJ en Tampico, Miguel Ángel Arellano Canales, y del coordinador del nuevo Sistema de Justicia Penal con sede en Victoria, de nombre Natanael, quienes no quieren llevar la carpeta a juicio. 

Aseguró que si continúan los yerros o la intervención directa de proteger a los presuntos asesinos podrían quedar libres, pues han cambiado de manera sospechosa a los agentes del Ministerio Público, interrumpiendo el curso de las indagatorias. 

"Hoy exigimos justicia, que nos dejen de mover a los agentes del Ministerio Público, la semana pasada teníamos audiencia de juicio, nos cambiaron, nos quitaron un agente; el jueves teníamos una audiencia y nos vuelven a quitar otro agente del Ministerio Público y meten a dos que no conocen la carpeta", precisó. 

Esto, dijo, frena el ritmo de la investigación, lo que podría provocar que los presuntos culpables podrían quedar en libertad, culpando de todo esto también al delegado de la dependencia Miguel Ángel Arellano Canales, ya que ha ordenado cambios que van en detrimento del caso. 

Sostuvo por último que piden la mediación del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca a fin de que gire instrucciones precisas en relación a estas presuntas irregularidades que vulneran el debido proceso a favor de las víctimas. 

Como se difundió en su oportunidad, la joven mujer Jessica Gabriela, embarazada de ocho meses, mediante engaños de que se le daría ropita para su bebé, llegó el 27 de marzo de 2018 a la casa de sus verdugos, quienes no se tentaron el corazón para extraerle de su vientre a la pequeña Scarlett, muriendo ambas, y permaneciendo el cuerpo de Jessica debajo de la cama de sus presuntos asesinos durante días. 

Este crimen, ocurrido en la zona norte de Tampico, ha sido uno de los más espantosos en la historia de la ciudad por las características que se apuntan, generando una prolongada crítica de la sociedad, y exigiéndose una sanción ejemplar para los culpables.