Matamoros, Tamaulipas.- Para Matamoros el 2019 fue un año con dificultades, de luces y sombras según las palabras del obispo Eugenio Lira Rugarcia pues se registraron problemas laborales, cuestiones de seguridad y un crecimiento de la migración que aún persiste.

“Pues hemos enfrentado todos aquí este fenómeno que ha sido un crecimiento de la oleada de migrantes que ha supuesto un reto para las autoridades y para la sociedad, hemos vivido también fue situaciones tristes en el caso de la iglesia el asesinato del padre Martín Guzmán, el accidente que hubo con los cohetones y que lastimó a unas personas incluido un seminarista, un año complicado, pero también yo creo que ha habido cosas muy buenas”, destacó.

Señaló que es importante saber reconocer las cosas buenas “¿por qué? Porque solamente así tendremos esperanza para salir adelante”, indicó.

Explicó el representante de la iglesia católica que ante las condiciones difíciles es importante seguir la enseñanza del papa Francisco que dice “mira tú historia cuando ores, verás tanta misericordia”, para enfrentar así lo que se presenta en nuestras vidas

“Eso es importante para replantearnos como hemos entendido las cosas y mirar el pasado descubriendo las cosas positivas, lo que ha pasado de bonito y de bueno en nuestra vida, en nuestro hogar, en nuestra sociedad, para que valoremos las cosas en las que hemos avanzado, descubramos que Dios ha estado con nosotros, que muchas personas nos han echado la mano y que con esa confianza podemos mirar con esperanza el futuro y para seguir avanzando, seguir construyendo el Matamoros que Dios quiere y que todos anhelamos”, afirmó.

Sobre la problemática migratoria que vive esta frontera desde inicios del 2019, Lira Rugarcia expresó que la situación que viven en sus países de violencia, pobreza y hasta persecución hace que quienes esperan asilo soporten las condiciones en que viven en esta frontera.

“Y creo que esto es bien importante no perder de vista que son hermanos nuestros en situaciones bien difíciles, bien problemáticas y que, pues nosotros quizá no hemos experimentado lo que ellos han vivido o quizá sí, no lo sé, pero hay que tomar conciencia que son seres humanos como nosotros y hacer caso del gran consejo de Jesús, tratar al otro como te gustaría que a ti te tratan los demás, yo creo que esa es la clave”, concluyó.