Nuevo Laredo, Tamaulipas. - Las pruebas que tiene la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Tamaulipas sobre los acusados del crimen del comunicador Carlos Domínguez, ocurrido en el mes de enero de 2018 en Nuevo Laredo, se siguen cayendo.

Durante esta semana se tuvieron cuatro nuevas audiencias y en todas de ellas el equipo de la defensa ha logrado, tras el desahogo de pruebas, echar abajo las versiones de la Procuraduría sobre la muerte del reportero, en el que hubo seis acusados ya que uno murió en prisión.

En la última audiencia llevada a cabo hoy viernes, Gabriel Regino García, del equipo de la defensa de los ahora cinco involucrados en el caso, señaló que se desahogó una prueba fundamental de la Procuraduría de Tamaulipas.

“Un agente de investigación presentó tres informes y los acompañó de una gran cantidad de imágenes sobre las redes telefónicas, tanto del occiso como de los acusados, y la cual concluyó que en dos importantes acciones”, expuso.

“La primera, que el 13 de enero del 2018 ninguno de los teléfonos de los acusados estaban reunidos, y segundo ninguno de los seis teléfonos de los acusados, entre ellos Gabriel Garza Flores quien murió en prisión, tuvo ese día llamadas cruzadas entre sí”.

“Es decir, Rodolfo García nunca se comunicó con ninguno de los acusados ni tampoco ellos se comunicaron entre sí, recordemos que uno de los señalamientos contundentes de la Fiscalía era que él había sido el autor intelectual de los hechos”, añadió.

Ayer, también en audiencia, el policía investigador Abner Mosqueda declaró ante el Tribunal de Enjuiciamiento que la camioneta que le cerró el paso al periodista ese día y del que bajaron encapuchados sus homicidas, es la misma en la fueron ejecutados en un enfrentamiento dos delincuentes, el 21 de febrero de 2018.

En el extenso reporte que inició Mosqueda en aquella ocasión, reconoce que la camioneta coincide en características del vehículo en que viajaban los homicidas de Domínguez, y además se halló evidencia dentro.

Durante una tercera audiencia, Regino García señaló que se desahogaron cuatro testimoniales, dos periciales y dos agentes de la Policía de investigación que intervinieron en una diligencia que se denomina recorridos.

"Se trata de una diligencia que no tiene mayor trascendencia, que no aportó ningún elemento de prueba ni siquiera para el esclarecimiento del hecho", expuso.

En una última audiencia, más de 300 imágenes de diferentes puntos de la ciudad se analizaron, pero esto no tuvo mayor trascendencia.

“Se desahogó una -prueba- pericial, que es una pericial en fotografía, toda la diligencia -seis horas- transcurrió en mostrar imágenes sobre diferentes puntos de Nuevo Laredo”, culminó Regino.