Nuevo Laredo, Tamaulipas. - Decenas de migrantes de distintos países duermen en las calles de la ciudad, esperando tener refugio en las casas migrantes y albergues de Nuevo Laredo que se encuentran rebasados.

En el caso de la Casa del Migrante AMAR desde hace semanas están rebasados en su capacidad, pero llegaron recientemente a los 450 migrantes que piden refugio.

El pastor Aarón Méndez reconoció que ya se encuentran en una situación de crisis, ya que el alimento no alcanza, “ya en cierta manera podríamos decir que estamos en una crisis humanitaria, por la razón de que falta alimento, falta medicamento”.

“No es suficiente con lo que podemos brindar, estamos pasando un momento malo, en el cual estamos rebasando los límites para poder apoyarlos”, agregó.

Al no tener un lugar donde quedarse, ni los recursos suficientes para albergarse en un hotel como lo hacen algunos migrantes, hay quienes tienen hasta una semana fuera de la Casa AMAR, esperando su turno.

Octavio, quien es de Nicaragua, tiene ya casi un mes esperando a ser llamado por las autoridades de Migración para solicitar apoyo humanitario.

“Realmente hay muchas personas ahí y mis amigos y yo estamos afuera esperando que nos metan a todos”, explicó.

Dijo que huyó de Nicaragua por la discriminación que hay en el país y la política que predomina.

Al igual que Octavio hay personas de otros países como Cuba, Guatemala y algunos ciudadanos africanos.

Aunque el clima ha sido benevolente con ellos, en cualquier momento el calor de hasta 40 grados puede manifestarse en esta frontera.

En el interior de la Casa AMAR la gente duerme en los cuartos, pasillos, oficina y hasta en la cocina, esto sin contar que el patio es prácticamente un campamento.

La problemática se ha incrementado debido a que siguen llegando migrantes a esta frontera de Tamaulipas, para solicitar asilo político a los Estados Unidos.