Desigualdad, tristeza y suicidios
El economista Simon Kuznets (Premio Nobel Economía, 1971), lanzó en 1955 una hipótesis que relaciona el "crecimiento económico con cambios en la desigualdad en el ingreso de la población"; nosotros revisamos estas aportaciones y analizamos el comportamiento de esas variables en México y Tamaulipas. Mi interés académico es tener propuestas de mecanismos redistributivos, para ser dirigidos a la población más pobre. La justificacion de mis estudios actuales sobre desigualdad, los dirijo hacia la violencia, estrés y suicidios.
Para la hipótesis citada de Kuznets, el autor diseñó lo que ahora se conoce como "la curva de Kuznets", esta es una representación gráfica consistente en que, los países pobres serían, en un principio, igualitarios; sin embargo, a medida que se van desarrollando, el ingreso se concentra y la distribución del ingreso empeora. Luego, con el desarrollo posterior, vuelve a ser igualitario y dicha desigualdad se nivela (Simón Kuznets, FCE.1962).
En 1955, cuando Simon Kuznets escribía sobre la trayectoria de la desigualdad en los países ricos y varios países pobres; los EUA y el Reino Unido se hallaban a medio camino del mayor descenso de la desigualdad de ingresos jamás registrado en la historia, y ese descenso iba de la mano de un crecimiento rápido.
Kuznets observó la evolución de la desigualdad a lo largo del siglo XX y llegó a la conclusión de que, empujada por la transferencia de trabajo desde la agricultura a la industria, la desigualdad creció y alcanzó su pico en el mundo rico al romper el siglo XX. Así creó la célebre curva de Kuznets.
... "Hay que tener en cuenta las diferencias entre cantidad y calidad del crecimiento, entre sus costes y sus beneficios y entre el plazo corto y el largo. [...] Los objetivos de "más" crecimiento deberían especificar de qué y para qué". Simon Kuznets, 1962.
En este Siglo XXI, otro economista, Thomás Piketty (FCE, 2015), opina que cada país, en relación con su historia y su compromiso democrático, responde de manera diferente a una ley básica del capitalismo de mercado que estimula la concentración de la riqueza en los sectores más favorecidos.
El trabajo de Piketty cuestiona la relación óptima entre desarrollo e igualdad sugerida por Simon Kuznets y destaca el papel de las instituciones políticas y fiscales en la evolución histórica de la distribución de la riqueza (Thomas Piketty. El capital en el siglo XXI. Fondo de Cultura Económica. 2015).
Para adaptar estas dos teorías sobre desigualdad y crecimiento, con los efectos sociales en tristeza, estrés y suicidios, el enfoque economicista deviene en un nuevo enfoque sociológico, que tiene que ver con las relaciones sociales y la falta de oportunidades.
Otro reconocido autor, Branko Milanovic (FCE, 2017) realiza un recuento histórico del surgimiento de la clase media y su antagonismo con los súper ricos. Él analiza algunos factores de la desigualdad nacional y se reformula la teoría de los ciclos de Kuznets, para Milanovic la desigualdad tiende primero a incrementarse y luego a reducirse (Branko Milanovic. Desigualdad mundial. Un nuevo enfoque para la era de la globalización. FCE, 2017).
Desde los nuevos enfoques teóricos de Piketty (FCE, 2015), y Milanovic (FCE, 2017), la desigualdad social, económica y educativa se ha convertido en tema viral en México, España y resto del mundo. El problema original de la pobreza, sus causas y efectos, han pasado a segundo término ante la gravedad que representa la falta de acceso a una vida digna y una educación incluyente, así como la nueva brecha que existe entre pobres y ricos, la cual cada día se abre más y amenaza con pasar a un segundo grado al problema de la indigencia, debido a la desigualdad que existe hoy día entre clases sociales. Nuevos enfoques ahora relacionan desigualdad, violencia y estrés.
Un impacto más grave aún que la falta de empleo, ahora se analiza la violencia e inseguridad que provocan la desigualdad, pobreza y el bajo poder adquisitivo, lo que está originando tristeza, estrés, depresión y una serie de problemas emocionales en individuos y familias, incluso en algunos casos hasta suicidios.
Es un hecho que cuando la gente no puede resolver sus necesidades más básicas, se genera un estado de estrés que en un momento dado se vuelve incontrolable, hasta alcanzar al resto de la familia. Este enfoque que aplico, amplía la desigualdad hacia la sociedad, familia e individuos.
Nos ha tocado a muchos estar en este tipo de dificultades, cuando gastamos más de lo que ganamos; y cuando la gente no puede pagar los gastos de escuela, salud, luz, agua y comida lo que hace es estresarse, y la gente que se estresa tiene que buscar nuevas alternativas de empleo o de ingresos para poder pagar esos gastos.
Si estas opciones no llegan, o no son suficientes, entonces el individuo tiende a delinquir, rebasa su escala moral de civilidad y buen comportamiento. Con facilidad justifica su actitud renegando su estatus de pobreza y atacando lo que para él son sus enemigos ricos. Son sus enemigos por el sólo hecho de ser ricos. De ahí un nuevo estado de estrés con violencia asociada.
Además, cuándo hay estrés en casa se reproduce en hijos, en el marido, en la esposa, y luego ese estrés provoca un estado de ansiedad, esto provoca que todos se muestren nerviosos y no se logra producir lo que se debe, o lo que en otras circunstancias podían conseguir para sobrevivir.
Esa desiguadad y pobreza, esa falta de poder adquisitivo provoca el estrés, el mal humor y el desánimo; la tristeza o ausencia de los estímulos que da la felicidad; un fenómeno que proviene de la falta de poder adquisitivo, al que no escapa Tamaulipas y todo México.
Así los enfoques sobre las teorías de desigualdad, pobreza y crecimiento de Kuznets, Piketty y Milanovic, deben ser cuestionados o analizados al tenor de sus efectos sociales, como la falta de felicidad, la violencia, estrés y los suicidios.
De este forma, se pueden ir resolviendo y proponiendo nuevas teorías que atiendan causas y efectos, y no sólo causas, e ir descubriendo la manera que juntos ataquemos la Desigualdad como el auténtico "Mal del Siglo XXI" como lo afirmara Piketty.
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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