Tampico, Tamaulipas.- El diputado federal, Esdras Romero Vega, fue señalado de cometer robo y fraude por 7.7 millones de pesos en agravio de obreros que pagaron por fichas de trabajo en Petróleos Mexicanos (Pemex), manifestó una de los quejosos, Rebeca Elsa García González.

El robo y el engaño, incluso amenazas de muerte por parte de un subalterno de Romero Vega contra la demandante, fue cometido en los años 2006 y 2007, cuando ofrecieron "fichas" a 198 obreros, quienes pagaron por cada una 37 mil pesos, además de dos mil pesos adicionales por estudios médicos, aunque sólo entregaron ocho.

García González fue liquidada al cierre de la refinería "18 de Marzo", por lo que pidió ayuda al Sindicato Petrolero, donde Esdras Romero Vega, entonces presidente del Consejo Local de Vigilancia del gremio, Ramón Padilla, Saúl Ceballos y Angel Casal Fernández, le pidieron que ofreciera fichas a obreros con el fin de apoyarla.

Como pudo, logró colocar 198 fichas a igual número de trabajadores para introducirlos en la refinería "Madero"; sin embargo, con el paso de los días la presión de los obreros cayó sobre ella, siendo detenida el 23 de noviembre de 2007, permaneciendo en prisión durante 10 años en un reclusorio de la Ciudad de México.

También cayó preso su esposo Felipe de Jesús Chaparro López, quien obtuvo su libertad a los 8 años de reclusión, en tanto que ella quedó libre el 5 de diciembre pasado. 10 años después, ambos por absolución por parte del juez, ya que no se comprobó que ellos hubieran entregado fichas ni tampoco que las hubieran cobrado.

Dijo que incluso Padilla, Ceballos y Casal Fernández para habida cuenta de que las fichas cobradas fueran activadas, a ella le pidieron que aportara 20 mil pesos para la música de mariachi de la fiesta de cumpleaños de Esdras el 30 de abril de 2007.

Ahora en libertad, Rebeca Elsa y su esposo están acusando a Esdras Romero Vega y cómplices de haberlos robado, engañado y defraudado, pese haber sido ellos beneficiarios de la venta de fichas, además de acusar a Ramón Padilla de amenazas de muerte, y haberla agredido antes de su detención por órdenes de Esdras.

Sostuvo que mediante varias maneras pidió ayuda a Narciso Villaseñor y a Martín Reyes, entonces líder de la Sección 1 del Sindicato Petrolero y el segundo, secretario del Interior, respectivamente, para que Esdras le regresara el dinero que le pagó, la pensión que su abuelo fallecido le heredó cuando estaba presa y fichas de trabajo para sus tres hijos, pero jamás encontró respuesta.

Ahora los acusa públicamente, porque se han burlado de ella, no la atienden cuando los busca ni en el Sindicato Petrolero ni en la Cámara de Diputados, por lo que en su desesperación pide que también se le exija a través del Congreso que responda a estas acusaciones, ya que se esconde en su casa, no enfrenta el robo cometido a 198 obreros, además de que Esdras se molesta cuando se le busca en su casa para cobrarle.