México,(Notimex).- El precandidato priista al gobierno capitalino, Mikel Arriola Peñalosa, se comprometió a combatir la corrupción, mal del que más se queja la ciudadanía, y sin prejuzgar, dijo, se realizarían las investigaciones correspondientes para castigar este delito, sin importar hasta donde se tenga que llegar.

Explicó que la percepción de corrupción en la Ciudad de México es muy alta, pues de acuerdo a encuestas, 62 por ciento de la población señala que aquí hay malos manejos de sus autoridades, desde las delegacionales hasta el jefe de Gobierno.

Al realizar un recorrido con vecinos de Tlatelolco, el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseveró que para perseguir la corrupción se debe activar la Procuraduría General de Justicia capitalina y actuar con cero tolerancia.

Insistió en que con la corrupción crece la delincuencia, pero también se deterioran los servicios, se incrementan los asentamientos irregulares y crecen los cotos de poder.

Señaló que la gente se queja de la corrupción, porque hay casos como el del delegado con licencia Ricardo Monreal Ávila, quien resultó supuesto dueño de un hotel en las inmediaciones de la avenida de Paseo de la Reforma, donde se viola el uso de suelo y se presume que fue adquirido a un precio menor al del mercado.

"Es común ver como de pronto aparecen hoteles, cuyos dueños son los delegados, que si no fuera por eso, difícilmente pudieran adquirirlos", dijo.

Durante el recorrido destacó que en su precampaña se ha dedicado a reunirse con los dirigentes vecinales, en lugar de liderazgos clientelares.

Comentó que Tlatelolco representa un área de oportunidades que necesita inversión para recuperar su fisonomía, pensada como un proyecto de desarrollo y modernidad que hoy se ve opacada por la falta de mantenimiento y de buen alumbrado público, lo que contribuye a su inseguridad.

Aseguró que la mayoría de los vecinos son de la tercera edad y no existen rampas para el uso de silla de ruedas. Reiteró que el abandono ha ocasionado la caída de la unidad, pese a que en su momento fue una insignia de modernidad.

Consideró que es necesario impulsar, junto con los vecinos, un programa de rescate integral tanto de jardines como de las áreas comunes.

Expuso que desde hace 35 años no se habían pintado los edificios, hasta que la Sedatu impulsó un programa de remozamiento y se empezó con la primera sección, aunque hay que trabajar en las otras zonas.