Buenos Aires, (Notimex).- El escándalo de corrupción conocido como “FIFAgate” se intensificó en Argentina ante el suicidio de uno de los exfuncionarios acusados de haber recibido sobornos.

La víspera, el empresario Alejandro Burzaco reconoció en la Corte de Nueva York que investiga el caso, que les pagó sobornos por cuatro millones de dólares a Jorge Delhon y Pablo Paladino, quienes estaban a cargo del programa estatal “Futbol para Todos”.

Burzaco fue director ejecutivo de Torneos y Competencias, una empresa privada que pagó coimas para obtener derechos de transmisión de los partidos.

Por la noche, cuando su declaración ya había repercutido en los medios argentinos, Delhon se suicidó arrojándose al paso de un tren en la provincia de Buenos Aires.

La víctima no tenía vínculos con el negocio del futbol hasta 2012, cuando fue contratado en “Futbol para Todos”, el programa con el que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reestatizó la transmisión de los partidos de las ligas locales y que fue reprivatizada con la llegada de Mauricio Macri al gobierno.

Paladino, quien era coordinador del programa, advirtió este miércoles que está “viviendo una pesadilla” porque habló con Delhon horas antes de que se suicidara e intentó calmarlo diciéndole que sólo formaban parte de una lucha de poderes.

“Es mi amigo, es un hombre que no tiene nada que ver con la política, es un colaborador que empezó a ver las redes sociales y no soportó ver esas acusaciones de un delincuente como Alejandro Burzaco, quien ya admitió su culpa ante la FIFA, ante la Conmebol, y era dueño de Torneos y Competencias", señaló.

También advirtió que las acusaciones de Burzaco son "un manotazo de ahogado de un delincuente que busca mejorar su situación procesal" y que “evidentemente tiene un acuerdo con alguien para ensuciar ‘Futbol para Todos’, está claro que responde a alguien”.