Barcelona,(Notimex).- Para muchas personas el futbol es un simple juego, sin embargo luego de los atentados en La Rambla de Barcelona, España, el pasado 17 de agosto, la gente ha encontrado en este deporte una especie de bálsamo.

El "placebo" de 90 minutos va más allá de los juegos del Barcelona o del Espanyol, donde no hay blaugranas o blanquiazules, sólo el mismo sentimiento de indignación y tristeza por parte de sus habitantes, porque antes que cualquier equipo esta Catalunya.

Así lo manifestó Fermi quién junto a sus dos hijos y esposa asistió al estadio Camp Nou a la presentación del nuevo jugador del "Barca", el francés, Ousmane Dembélé.

"Es muy triste lo que pasó, te llenas de impotencia por no poder hacer nada. Pero no nos vamos a dar por vencidos, aquí no hay periquitos ni culés, todos somos catalanes", expresó el padre de familia.

A las afueras del Camp Nou había visitantes de diferentes países, quienes formados esperaban entrar al museo del Barcelona, el cual se vio sobrepasado debido al previo acto protocolario del refuerzo francés.

En el interior del recinto que relata las hazañas de los blaugranas en 117 años, algunas mujeres portaban con orgullo su hiyab, pues el profesar cierta religión no es símbolo de terrorismo, coincidieron algunas entrevistadas.

Durante el recorrido se podían escuchar distintos idiomas, los cuales no hacía falta entender, pues en cada comentario se percibía la admiración a la lengua universal, el futbol, dejando en claro que todas las personas pueden convivir sin importar su procedencia, creencias o su club preferido.